De sufrir impagos a ser el equipo revelación en la Copa de la Reina

El CD Alba Fundación vivirá un partido histórico este sábado enfrentándose al F.C. Barcelona. El choque se disputará en el Carlos Belmonte y el equipo manchego afronta con mucha ilusión esta cita intentando dar la campanada. No hace mucho las futbolistas estaban sufriendo impagos, pero ahora son revelación en una Copa de la Reina que siempre es diferente... “Mi madre ya me ha dicho que vendrá desde Santander para poder ver el partido”, afirma la capitana Patri Padilla.

El sábado 13 de enero es una fecha marcada en el calendario de las jugadoras del CD Alba Fundación, el equipo femenino del Albacete enfrentándose al FC Barcelona en partido correspondiente a los octavos de final de la Copa de la Reina. Debido a la gran importancia que tendrá este encuentro, el club manchego ha decidido que el escenario en el que se dispute sea el Carlos Belmonte para dar todavía más importancia a este choque ante el mejor equipo del planeta en fútbol femenino.

Desde hace días, todo lo que rodea al CD Alba Fundación es ilusión y felicidad pues el equipo femenino del Albacete tendrá su particular regalo navideño enfrentándose al conjunto azulgrana. Desde que el sorteo daba a conocer este enfrentamiento, el club manchego se ha movilizado para hacer que este día sea inolvidable en la capital manchega pero el camino hasta llegar hasta aquí no ha sido nada fácil.

Y es que hasta hace unos meses, las jugadoras del Fundación Albacete tuvieron que sufrir impagos en sus nóminas e incluso realizaron una sentada en el inicio de la final del trofeo de la Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha y además no acudieron a recibir el trofeo al finalizar el partido en señal de protesta por la demora del dinero que desde el Programa Elite de la RFEF llega al club blanco. Haciendo una comparación con el fútbol masculino, es como si a los equipos de fútbol profesional les quitaran la partida correspondiente a los derechos de televisión.

Afortunadamente, este problema ya ha quedado atrás y el club femenino del Albacete recientemente ha cambiado su escudo, algo que recibió críticas por parte de un sector de la afición manchega aunque desde el club señalan que “esta modificación del escudo la hemos realizado para dar pasos en la evolución y modernización tanto a nivel interno como externo buscamos una nueva identidad que vaya en consonancia con lo que el club refleja en la sociedad albaceteña a la que representa para ser nuestra nueva imagen tanto en redes sociales como en comunicaciones internas y externas”.

El CD Alba Fundación ya sabe lo que es eliminar a un equipo de Primera división pues en la anterior eliminatoria logró imponerse por 3-2 al Villarreal en un partido disputado en uno de los campos de césped artificial de la Ciudad Deportiva ‘Andrés Iniesta’.

Unas jugadoras estudian y otras trabajan

El equipo blanco sabe que se enfrentar a un transatlántico, pero la ilusión es lo que mueve estos días a las jugadoras del equipo manchego. El entrenador Mikel Crespo asume la superioridad de su rival señalando que “son jugadoras con gran calidad técnica, para pasar la eliminatoria necesitamos hacer un partido muy completo y que el Barça no tenga su mejor día pero tenemos mucha ilusión y queremos dar la sorpresa, llegar hasta aquí ya es un premio para el equipo que está realizando una gran temporada”.

Las jugadoras del equipo blanco afrontan este partido con mucha ilusión. La capitana del club Patricia Padilla, natural de Santander es la capitana del equipo, juega de lateral zurda, tiene 27 años y es la única superviviente del equipo femenino del Albacete que se enfrentó al Barcelona en los años en los que el cuadro manchego militó en Primera División. Patricia señala que “mi madre ya me ha dicho que vendrá desde Santander para poder ver el partido, será un día especial para nosotras y jugar en el Belmonte siempre es especial aunque cambiemos de superficie artificial a natural, lo importante es disfrutar del escenario”.

Muchas de las jugadoras de la plantilla trabajan, aunque otras estudian como es el caso de Nerea Orfila. Ella es de Mallorca, lleva cinco años viviendo en la capital manchega tras llegar con 16 años, estudia tercer curso de Magisterio de Educación Primaria en el campus de Albacete de la Universidad y señala que “aquí en la ciudad hay mucha calidad de vida y la gente te trata con mucho cariño, estoy contenta de estar en el equipo, es importante estudiar porque en el fútbol femenino no se puede vivir solamente del deporte”.

Celia Fernández es asturiana, afronta su segunda temporada en el club blanco y ella estudia Educación social destacando que “es importante tener formación para cuando termine nuestra carrera deportiva, sabemos que del fútbol no podemos vivir cuando colguemos las botas”.

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