Catley desata la fiesta ‘aussie’

¡Empezó la fiesta en Australia! La coanfitriona también se llevó los tres puntos en el segundo partido inaugural del noveno Mundial femenino de la historia. Lo hizo gracias al gol de penalti de su capitana Catley en el 52′, después de que Raso fuera derribada en el interior del área. Digna actuación de la debutante Irlanda, que pudo empatar en la recta final con una McCabe eléctrica.

Con un once marcado por la ausencia de Sam Kerr, que se perderá también la segunda jornada por una lesión en el gemelo, Gustavsson apostó por Fowler y Foord como pareja de ataque. Gorry y Cooney-Cross llevaban en el timón en el medio, con la madridista Raso en la derecha y Vine, a la izquierda. No sorprendió la defensa con tres centrales (Fahey, Quinn y Connolly) de Vera Pauw, a veces criticada en su país por ser demasiado defensiva. Mientras, O’Sullivan y McCabe, muy activas, lideraban el centro del campo irlandés. Y sorprendieron las Chicas de Verde, que de inicio se hicieron con la posesión de balón a pesar de la intensidad del equipo local, alentado por una hinchada que desbordaba emoción en el Stadium Australia de Sídney.

La baja de la gran estrella aussie se notaba, las largas posesiones no acababan sorprendiendo mientras Irlanda se iba creciendo con el paso de los minutos. No parecía una debutante. Las disputas en el medio se volvían eléctricas, con Raso y McCabe haciendo saltar chispas en cada choque. Precisamente la flamante nueva futbolista del Real Madrid tuvo una de las mejores ocasiones de la primera mitad al rematar de cabeza en el 28′ un córner puesto por la capitana Catley. La ocasión fallada seguramente retumbó en toda la ciudad.

Porque a las 75.784 que poblaron las gradas del estadio no se las dejó de escuchar en ningún momento. Gorry, cada vez más protagonista, lo intentó desde lejos para Australia en el añadido de la primera mitad, pero como en el primer partido inaugural el gol se hizo esperar. Llegó en la segunda mitad. Raso fue derribada dentro del área y Catley lanzó un penalti de los que deben mostrar en las escuelas de fútbol. La coanfitriona se adelantaba en el marcador.

En tanto aussie le puso todavía más picante a un partido en el que a la brasileña Alves le costó sacar tarjetas amarillas. Vera Pauw cambió a su tridente de ataque, poco incisivo y al que le costó un mundo encontrar espacios, pero las Atkinson, Lucy Quinn y Larkin tampoco lograron poner en problemas serios a Arnold, que casi no recibió tiros a puerta. La otra Quinn, Louise, la central de 1,83 metros de altura, se fue arriba en la recta final y tuvo el empate en el último suspiro. No hubo manera. Australia se estrenaba con victoria a pesar de la ausencia de Kerr. El Mundial empezó de cara para las coanfitrionas.