Australia vuela con Foord y Raso

Waltzing Matilda, Waltzing Matilda... Retumba el himno no oficial de la coanfitriona, que avanza a cuartos de final después de deshacerse de Dinamarca en un partido agitado en el que Foord empezó a decantar la balanza para las suyas a la media hora al finalizar un contrataque perfecto lanzado por Fowler. Raso, nueva jugadora del Real Madrid, hizo el 2-0 con un chut como su apellido para que las suyas vencieran en el día del estreno de su gran estrella Sam Kerr, que empezó en el banquillo. El equipo de Gustavsson vuela y ya ha igualado su mejor resultado en un Mundial, unos cuartos de final en los que espera rival del cruce Francia-Marruecos, programado para este martes.

No tocó su once inicial el entrenador sueco, que ha sabido dar con la tecla a pesar de no contar con su gran killer de primeras. Fowler y Van Egmond se desempeñan bien en una pareja de ataque cada vez más reconocible en las Matildas. Sondergaard sí hizo un cambio, aunque pequeño: Sorensen se quedó en el banquillo y Pedersen asumió la titularidad en defensa. Su puntal, como siempre, fue su capitana Harder, acompañada arriba de Vangsgaard. No lo iban a tener fácil ante Hunt y Kennedy, que ofrecieron una gran solvencia atrás para las australianas.

Sin tiempo para especulaciones y espoleadas por una afición enfervorecida en el Estadio de Australia, las locales movían el cuero con criterio, Raso penetraba bien por la derecha y Cooney-Cross aparecía en la frontal cada vez que podía. Dinamarca intentaría aprovechar los espacios y Veje se animó con el primer disparo desde el lateral zurdo. Catley, por su parte, hacía lo mismo pero el derecho de las Matildas. La del Arsenal está ofreciendo su mejor versión en esta Copa del Mundo. El amarillo reinaba en la grada y tuvo su reflejo en el marcador a la media hora. Una jugada a balón parado a favor de las europeas acabó en un contragolpe letal: Fowler recibía en el medio y con un espectacular pase de 40 metros con la zurda dejó sola a Foord ante Christensen. La extraordinaria galopada de la 9 por la izquierda, que parecía volar a toda velocidad, acabó de la mejor manera, con una definición por debajo de las piernas de la portera para el 1-0. Ahora sí, todo se ponía de cara para la coanfitriona, que desde su décima posición en el ranking FIFA quiere desafiar a todas las potencias del mundo. Rebelarse contra el poder establecido, como refleja esa canción popular que da el sobrenombre a su selección femenina.

Intercambio de papeles

La segunda mitad obligó a dar un paso adelante a Dinamarca. Después de 16 años de ausencia en un Mundial, las nórdicas jugaban todas sus cartas para plantarse en cuartos. Intercambio de papeles. Pero les faltaba precisión. Sobre todo en el golpeo final, representado perfectamente en una Harder que probaba tímidamente a Arnold de nuevo en el 56′. Se llenó de balón y el disparo decepcionó.

Australia había pasado a jugar al contrataque y lo hacía muy bien. Foord era un puñal y a punto estuvo de servir el segundo a una Van Egmond que intentó el remate de tacón en el 65′. Habría una nueva oportunidad y las Matildas no lo desaprovecharían: Cooney-Cross, Foord, Van Egmond y Raso, que con un buen chut cruzado peinando el césped, hizo el segundo de las suyas. El billete a cuartos estaba prácticamente en el bolsillo y la nueva jugadora del Real Madrid se llevaba una gran ovación antes de que Kerr hiciera al fin su debut en esta Copa del Mundo. La máxima goleadora australiana tuvo tiempo para acariciar el tercero. No obstante, el marcador no se movió más. Australia vuela hacia unos cuartos en los que espera a Francia o Marruecos.