Ajibade: “Cuando empecé no tenía botas de fútbol ni una buena camiseta”

Lleva el pelo del color del cielo y celebra todos sus goles señalándolo. Hasta en cinco ocasiones lo ha hecho ya Rasheedat Ajibade (Nigeria, 1999) en este inicio de Liga F, lo que ha provocado que haya recibido el galardón de mejor futbolista de septiembre de la competición. Con la fe por bandera, apunta a un Real Madrid (mañana, 20:00) al que anotó un golazo en el Di Stéfano la temporada pasada. “Me dije “es tu momento, aprovéchalo”, confiesa a AS. Y en ello sigue...

—Mejor jugadora de la Liga F en septiembre, enhorabuena, ¿cómo se siente?

—Gracias. Estoy muy emocionada. Todo está yendo muy bien con el equipo, ellas me hacen mejor, el esfuerzo colectivo, también estoy muy agradecida a Dios, que es muy importante en mi vida. Iremos a por más.

—Gana este reconocimiento por delante de nombres como Caroline Graham o Aitana, ¿lo esperaba?

—Trabajamos muy duro todos los días y yo trabajo muy duro todos los días, así que creo que también merezco formar parte de las mejores jugadoras del mundo. El fútbol, pienso, no va de nombres, se trata de dar lo que puedas en cada partido. Así que me estoy esforzando al máximo para mejorar física y mentalmente en todas las áreas de mi juego y también para ayudar al equipo.

—¿Cuánto de importante es la mentalidad para usted?

—Sí, la mentalidad es una de las primeras cosas para mí en el fútbol: tener el control, estar en la zona y ser consciente y estar presente cada vez en cada partido. Soy una persona que estudia psicología del deporte, he hecho un buen número de cursos de este tema y entiendo cómo la psicología juega un papel muy importante en el fútbol. Hago todo lo posible para desarrollarme dentro y fuera del campo, trabajo todas las herramientas y esa es una de ellas.

—Lleva cinco goles, es titular habitual en el equipo, ¿cree que puede ser su mejor temporada como futbolista?

—Ahora mismo el equipo es muy competitivo y todo el mundo hace lo que puede para asegurarse la titularidad. Y realmente no importa si estás de inicio o no empiezas. Todas somos un equipo y si soy titular... no significa que eso me convierta en la mejor jugadora del equipo. Las compañeras del banquillo también están ahí para cambiar el partido. Pero sí, estoy en un buen momento y, por supuesto, quiero mantener este nivel, que creo que tengo desde la temporada pasada, y asegurarme de que sigo mejorando: trabajando duro en el campo, fuera del campo y también siendo una buena compañera en el vestuario. Estoy agradecida a Dios por cada vez que soy titular, cuesta mucho cuidarse, estar en las mejores condiciones... No es fácil ser titular con el Atleti cada día y cada partido.

—¿Qué significa su celebración en los goles?

—Cuando llamo y apunto al cielo es como “Jesucristo, esto es todo por ti”. Es un agradecimiento, porque para mí la fe también es una parte muy grande de mi vida, estoy feliz, y no puedo no agradecerle porque me dio la fuerza, la energía y el talento para esto. Cada vez que marco se lo dedico, pero también por supuesto a mis compañeras, que me han pasado el balón para marcar el gol, que es fruto de un esfuerzo colectivo. Pero este es el gesto que elijo hacer. El fútbol no es para siempre, dejarás el futbol, pero Dios es para siempre.

—El equipo ha hecho un inicio de Liga perfecto, con cinco victorias, y ahora llega el derbi...

—Hemos hecho un gran inicio en la Liga con todas esas victorias, queremos continuar con este nivel. El derbi es uno de esos partidos que necesitamos jugar y ganar. Por supuesto son muy buenas oponentes y las respetamos, pero nosotras también somos muy buenas rivales. Queremos ser uno de los mejores equipos de la liga y si queremos llegar a serlo, tenemos que ganar todos los partidos. Esa es nuestra mentalidad.

—¿Qué plan tienen?

—Plantearemos nuestro juego, como en todos los partidos que hemos jugado antes, y asegurarnos de que lo hacemos lo mejor posible. Seguir el plan de partido, ser disciplinadas dentro y fuera del campo y dar lo mejor de nosotras mismas. Queremos jugar y ganar, esa es la mentalidad.

—El curso pasado ganaron en el Di Stéfano y usted marcó, ¿qué recuerdo tiene del partido?

—Fue muy intenso. Me gustó la energía que se respiraba en ese partido. Recuerdo que el gol que marqué fue con Ana Vitória queriendo pasar el balón a Ludmila y el balón no le llegó a ella. Me llegó a mí y estaba en posición correcta y me dije “Rash, es tu momento, aprovéchalo”. Simplemente disparé y guau, fue un gran gol. En ese partido tuve un mal comienzo, pero marqué y ese gol me dio más energía y luego no quería irme e hice otra asistencia. Fue increíble. Es el tipo de partidos que queremos tener porque es positivo para los fans, el ambiente, todo el mundo quiere ver cosas como estas. La batalla por la supremacía, de forma positiva, divirtiéndose y disfrutando del partido.

—¿Se imagina marcando este domingo de nuevo en el Di Stéfano?

—Sí, claro, si continúo a este nivel... Pero para mí, honestamente, no se trata sólo de marcar, se trata de cómo puedo ayudar al equipo a conseguir el objetivo que tenemos. ¿Cómo puedo aportar valor al equipo para ganar el partido? Así que si tengo que correr 1.000 metros o tengo que hacer 100 sprints en el campo para ayudar al equipo a finalizar una jugada o dar una asistencia, lo más importante es que marquemos un gol. Por supuesto, si marco yo, mejor, me encanta marcar goles, me divierte y me alegra.

—¿Cómo ve al Real Madrid esta temporada? También ganaron sus cinco partidos...

—Sí, he podido ver partidos esta campaña. Por ejemplo, vi el del otro día contra el Chelsea. Son un buen equipo, lo hicieron bien. Quizá ellas eran más físicas y la liga española es bastante diferente, aquí se quiere tener el balón, es todo más táctico y técnico que allí. Tienen un buen número de buenas jugadoras, titulares, de banquillo... Pero nosotras también. Será un partido muy interesante para ver.

—De todas esas futbolistas, ¿quién es en su opinión la más peligrosa?

—Hay un buen número de buenas jugadoras, desde el ataque al centro del campo. Puedo mencionar algunas: Weir, Linda Caicedo, Athenea, Eva (Navarro)... Estamos preparadas para jugar varias veces contra ellas esta temporada...

—Menciona a Eva Navarro, su excompañera, que junto a Sheila García se fue este verano al Madrid, ¿le dirá algo al respecto?

—Sí, sí, sí, la voy a matar (se ríe)... Es broma, pero ella sabe que si viene por mi lado le voy a hacer como un placaje muy fuerte y después del partido le diré “lo siento” (sigue bromeando). En el campo no somos amigas, somos enemigas.

—Es su cuarto año en el Atlético, ¿qué ha aprendido en este tiempo?

—Bastantes cosas. Por un lado, es difícil, pero he aprendido a tener paciencia, ser estable, porque al cambiar de entrenador y todo eso, he aprendido a ser mentalmente estable, estar tranquila y a apreciar todo lo que hacemos. Por otro lado, también he crecido mucho en el juego, porque con los diferentes entrenadores, el estilo de juego es diferente, así que he aprendido a ser más flexible, estar más centrada, más abierta a las nuevas ideas de los diferentes entrenadores y sus estilos. Y para acabar, también he aprendido a ser una jugadora de equipo, en el vestuario, ser amigable, a jugar con pasión... Sobre todo, con coraje y corazón (apostilla en castellano).

—Ha tenido muchos entrenadores en estos años en el Atlético, ¿qué tiene de diferente Víctor Martín?

—Víctor ha estado haciendo un tremendo cambio en el equipo, con la selección de jugadoras, rotación en el equipo... En cada partido se ve que no son las mismas futbolistas jugando todos los partidos, todo el mundo tiene un tiempo de juego, esto hace al equipo muy competitivo porque todo el mundo puede entrar en cualquier momento. También con su plan de juego es muy claro, muy directo y también muy flexible en algunas áreas. Exige mucho a las jugadoras, calidad, dar el 100% cada entrenamiento, nosotras entendemos todo esto, el objetivo y estamos todas en sintonía con él, en la misma página.

—¿Qué piensa de España como país, cultura, a nivel social...?

—En primer lugar, me gusta España porque se come tarde, como en Nigeria. Cuando estaba en Noruega, cenaban a las cinco o a las seis, pero aquí puede ser a las 11. Cuando llegué aquí dije “bien, estoy como de vuelta a Nigeria”. También con el clima, la gente es muy amable... Solo una cosa no es buena para mí y es que la gente no quieren aprender a hablar inglés (bromea).

—¿Cómo va su aprendizaje del castellano?

—Bien, entiendo más de lo que hablo porque me falta conocer muchas palabras (respuesta en castellano). La próxima entrevista puede que sea en español...

—¿Qué crecimiento ha visto en la Liga española en estos años?

—El nivel de la Liga está bastante bien, el número de equipos, lo buenos que son... Pero si nos fijamos en la NWSL (EE. UU.) o la liga Inglesa es diferente. Tenemos que hacer que se invierta más en la liga, en los campos de juego, tener un salario mínimo más alto para las jugadoras... Aquí en España se puede ver a muchas futbolistas saliendo a Estados Unidos. En el fútbol femenino no juegas tanto tiempo y cuando quieres jugar quieres asegurarte de que tienes estabilidad financiera después del partido, no estar frustrada por eso. Imagina a un jugadora cobrando 20.000 euros en un año, comida, cuidados y un montón de cosas más... No es nada.

—Toca ponerse seria, acaba contrato en 2025, ¿tiene idea de quedarse en el Atlético?

—Amo al Atleti y quiero jugar con todo mi corazón para el Atlético. Ahora mismo estoy centrada en la temporada y no sé cómo va a ser la siguiente ni en el futuro. Solo quiero asegurarme de que seguimos haciendo lo mejor para el equipo y, por supuesto, para mí también.

—¿Cómo fueron sus primeros años jugando al fútbol?

—Mis primeros años en el fútbol fueron muy divertidos, pero también un poco frustrantes porque tenía que jugar con chicos y no tanto con chicas. Tuve el apoyo de mi madre, aunque de mi padre no... Siempre estaba sola en medio de chicos hasta que afortunadamente pude encontrar un equipo femenino y empecé a jugar con ellas. Después avancé rápido hasta llegar a hoy.

—¿Su madre ve sus partidos?

—No, sólo una vez me ha visto jugar aquí, en el Atlético. En Nigeria nunca vio partidos míos, pero el Atleti trajo a mi madre aquí por sorpresa, pude hacer un gol para ella, fue el mejor regalo para mí.

—Hablando del fútbol de su país, ¿qué pueden hacer usted, u otras figuras como Oshoala, para ayudar a que las niñas y mujeres puedan dedicarse a ello y la categoría siga creciendo?

—La mayoría de nosotras tenemos una fundación en Nigeria y así intentamos devolver algo a la sociedad y al fútbol femenino. Las comunidades generalmente carecen de apoyo y ayuda para el fútbol femenino y solemos ayudar a las asociaciones con la ropa, con zapatillas de fútbol... Cuando yo empecé no tenía ni zapatillas, ni una buena camiseta que ponerme. Por eso, les damos algunas de esas cosas para animarlas a seguir jugando al fútbol y, por supuesto, si tenemos oportunidades en las academias de fútbol europeas les ayudamos a que puedan seguir creciendo y que reciban una buena educación. Desde aquí animo a asociaciones y empresas que colabore con todas nosotras para que podamos ayudar a más niñas y más personas. Porque no tenemos mucho que ayudar porque esto es fútbol femenino... Si tuviéramos más, podríamos ayudar más.

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