Aitana lidera una remontada de campeonas

EI Barcelona es una máquina de ganar. Un equipo que está marcando una época. Y tiene en Aitana a su gran tesoro. La mejor jugadora del mundo se echó al equipo a la espalda y lideró una remontada de campeón. Asaltó Stamford Bridge, que batió el récord de asistencia en un partido de femenino, para guiar a las azulgranas a su cuarta final de Champions consecutiva. Bilbao ya les espera.

No lo tenían fácil las azulgranas, que llegaban después de caer en Montjuïc ante un Chelsea crecido. Las de Emma Hayes le tenían tomada la medida, o eso parecía. Pero el Barcelona de hace una semana nada tuvo que ver con el que ayer se presentó en Londres. Tampoco era el mismo Chelsea. La ausencia de Mayra en punta era un descanso para Paredes y Engen, porque la colombiana fue una de las mejores en el encuentro de ida. El técnico azulgrana quería tener las bandas más abiertas y metió a Rolfö por delante de Ona y a Bronze en derecha como única novedad en el once. Las azulgranas salieron más intensas que nunca. Mordiendo, no dejando salir a las blues de su campo y, sobre todo, recuperando muy pronto el balón. Pero la defensa de tres centrales planteada por Hayes, que tan bien le salió hace una semana, impedía que las barcelonesas consiguieran ni siquiera probar a Hampton. Graham tenía total libertad, Patri llegaba al área con soltura y Salma fijaba a las centrales. Pero Buchanan y Carter apenas concedían espacios. Y mientras la mallorquina desperdiciaba la primera del Barcelona, Cuthbert en una de las pocas llegadas de las londinenses. Porque Macario perdía los duelos con Paredes y James era la única que conseguía dar algo de oxígeno junto a Kanery, que sí que hacía daño por su banda. Graham se activó y consiguió probar a Hampton y, en el minuto 25, con el Barcelona volcado y embotellando al Chelsea, Aitana ganó el balón en la frontal, se deshizo de Buchanan y mandó un latigazo al fondo de la red donde la meta inglesa no podía llegar. Todo volvía a empezar.

El gol golpeó a las londinenses que vieron como Salma estuvo a punto de culminar la remontada en la siguiente jugada tras un jugadón entre Graham y Aitana. Después fue Hampton la que sacó un balón que se envenenaba. El Chelsea, sin embargo, demostró que no estaba muerto. Porque aunque echaba en falta a Mayra, tenía recursos y Leupolz se encontró con el larguero desde dentro del área tras una gran jugada combinativa. La siguiente fue para Macario que se sacó un gran tiro desde fuera del área al que respondió Cata Coll con un paradón y la portera mallorquina sacó un mano a mano a Nusken cuando las londinenses mejor estaban. Perdonaba el Chelsea, lo que no hizo en la ciudad condal. Rolfö, en dos ocasiones, y Graham dejaron claro que el trabajo del Barcelona aún no estaba hecho en la recta final de la primera parte. Quedaban 45 minutos y todo por decidirse.

Intentó el Chelsea salir más intenso en la segunda mitad. La primera llegada fue blue. Macario estaba más activa y Kanery seguía encontrando huecos a la espalda de una Ona que llegaba bien al ataque.

El momento clave

Pero todo iba a cambiar. Porque en el minuto 54, fruto de esa alta intensidad que pedía Hayes a sus jugadoras, Buchanan salió a tapar a Salma y le pisó por detrás. Amarilla para la canadiense. El Chelsea estaba mejor, tenía más balón, dominaba y llegaba, tanto que Nusken, en otro remate dentro del área, se estrelló de nuevo en el palo. Pero en el minuto 59, con media hora todavía por delante, Buchanan salió al corte y pisó a Aitana. No fue queriendo, pero hubo pisotón que la colegiada rumana vio y sancionó: segunda amarilla y el Chelsea con una menos. Y, además, su central más contundente. El Barcelona tenía todo de cara.

Esto apagó los ánimos de las londinenses, que no supieron como hacer frente a un Barcelona con balón y una jugadora más. El cansancio empezó a hacer mella, pero las azulgranas se lo tomaron con calma. Había tiempo y llegaría el gol. Salma tuvo la primera, Carter evitó la segunda clara. No renunciaba el Chelsea a atacar en un partido que se había abierto y con espacios y una jugadora más el Barcelona sabía que su ocasión llegaría. Y llegó. Aitana se internó en el área entre Carter y Lawrence y cayó. La árbitra lo tuvo muy claro: penalti. Una pena máxima muy protestada, más después de la roja, pero que no tuvo dudas la rumana. Desde los once metros, Rolfö no falló y culminó la remontada. Ahora sólo quedaba aguantar con algo más de un cuarto de hora por delante. Hayes, a la desesperada, sacó a la centra Bright de delantera centro y se fueron a por el partido. Sin orden, sin ideas. Sólo a por todas. Pero este Barcelona es un equipo maduro, acostumbrado a los grandes partidos y a ganar. Gestionó bien el tiempo que quedaba, incluso llegó a la portería de una Hampton que estuvo providencial para evitar el tercero de Salma. El Barcelona culminó la remontada por fe, ambición y fútbol. Cuarta final consecutiva para un equipo que tiene el histórico pleno cada vez más cerca. Bilbao ya espera a las campeonas que quieren repetir título.

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