Reconciliación con Pavard

Pieza clave en el Mundial de 2018, en una posición inesperada para él, Benjamin Pavard vivió un Mundial de Qatar bastante complicado. Debutó contra Australia de titular, pero el primer gol aussie, que llegó por su banda, hicieron reflexionar a Deschamps, que en el segundo encuentro, ante Dinamarca, optó por Jules Koundé como lateral derecho y no volvió a cambiarle hasta la final de la Copa del Mundo.

Deschamps fue preguntado días después en rueda de prensa de por qué había dejado de usar a Pavard. El seleccionador francés, de 54 años, fue claro y conciso: “He mantenido varias conversaciones con Pavard y le he dicho que no está en buenas condiciones para jugar”. El jugador del Bayern pasaba, en apenas cuatro años, de ser uno de los mejores laterales derechos del Mundial de Rusia a experimentar el ostracismo en Qatar.

Aquello parecía un divorcio irreparable. Pavard, no obstante, no perdió sus esperanzas de volver a la selección francesa y habló con Deschamps meses después del Mundial para intentar reconducir la situación. El gran nivel que mostró el defensa en el Bayern, consolidándose como una pieza fundamental para los bávaros, con los que todavía no ha renovado y no se espera que lo haga hasta el mes de junio, fue decisivo para que el técnico volviera a convocarle para los dos compromisos de Francia en el mes de marzo.

En el primer partido, contra Países Bajos el pasado viernes, Koundé fue el elegido por Deschamps para actuar como lateral derecho. Como Pavard, el defensa del Barcelona es central, pero en esa posición se mostró sólido, contundente en los duelos defensivos y no dio ni una sola opción a la ‘Oranje’ para que le atacaran la espalda. El rendimiento del canterano del Burdeos parecía definitivo, pero Deschamps quiso premiar a Pavard contra Irlanda.

En el Aviva Stadium, ante un rival físico y vertical, Pavard fue titular como lateral derecho. En el primer tiempo, el exjugador del Lille sufrió un poco, ya que vio la tarjeta amarilla y no se incorporó al ataque continuadamente cuando el encuentro requería profundidad. En el segundo, como ante Argentina en Rusia hace cinco años, apareció de forma inesperada. Anticipó un pase en el borde del área de Irlanda y, sin titubear, encontró la escuadra con un disparo cruzado.

El gol, extraordinario, fue categórico para volver a asentar a Pavard en la selección francesa. “Siempre ha mantenido el mismo carácter de esfuerzo”, reconocía Deschamps después del partido. El seleccionador francés confía plenamente en el defensa, al que considera más lateral derecho que central, aunque una de las condiciones del jugador para renovar con el Bayern es la de jugar siempre en el eje de la zaga. Su tanto pone a Francia líder en solitario de su grupo de clasificación para la Eurocopa. Una diana de reconciliación, de unión, de redención, de esas que dejan huella con el paso del tiempo.