Oblak obra un milagro

La máquina de milagros que es Jan Oblak está a punto de obrar uno que parecía imposible: clasificar a Eslovenia para un gran torneo. Sus paradas ante Finlandia fueron fundamentales para que los eslovenos vencieran a un rival directo y se colocaran líderes de su grupo.

Este martes pueden dar un paso de gigante si logran también vencer en Belfast a Irlanda del Norte. Aunque no sería matemático, sí podría considerarse casi virtual en caso de que Finlandia y Kazajistán empaten en el otro choque del día. Los eslovenos sacarían seis puntos al tercero con seis por jugar.

Ante Finlandia, Oblak fue protagonista por una parada antológica en un mano a mano que ha dado la vuelta a Europa por la espectacularidad de la acción. Una intervención al más puro estilo de las que acostumbra a hacer con el Atlético y que demuestra el enorme poderío que tiene bajo palos. Pese a ello, nunca había podido llevar a Eslovenia a estar tan cerca de una clasificación. De hecho, los eslovenos no juegan una Eurocopa desde hace 23 años. Sí disputaron, entre medias, un Mundial.

Otro de los nombres clave en esta recuperación es el de Sesko. El delantero del RB Leipzig le ha dado otra mordiente al ataque. Sus dos goles ante Finlandia son la continuidad a otros muchos que ha hecho anteriormente con el equipo nacional y con el RB Salzburgo, lo que le permitió dar el salto a la Bundesliga. Entre él y Oblak, el sueño de Eslovenia de jugar una Eurocopa está hoy mucho más cerca.

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