Modric coge ritmo

En el horizonte, una temporada anómala con el Madrid. Medida en cuanto a minutos, de dosificación. Rara. Por ello, Modric se toma cada convocatoria con su Selección como un regalo. Y este viernes fue de los buenos. 60 minutos para ir ganando continuidad, baño de masas ante su gente y suma y sigue en busca de la clasificación para la Eurocopa de 2024 en Alemania.

Con un NHK Rijeka a rebosar, se presentaba el croata ante su afición en el que era el primer partido de los croatas tras la cuita de la última Liga de Naciones. Brazalete de capitán anudado al bíceps y la responsabilidad de un país entero, a su espalda. Pronunciando sin pronunciar un: “Estamos aquí, con vosotros” la afición local abrazó a los suyos desde el minuto 0 con un mosaico que cubría el lateral entero. Despliegue total en favor de una selección que, desde un perfil bajo, lleva años opositando a campeona del mundo y de Europa, pero que aún no ha encontrado botín en forma de título.

Al compás de Modric, Croacia bailó como quiso ante Letonia, la Cenicienta del grupo (cuatro partidos, cuatro derrotas). El partido fue un monólogo de los de Dalic. De lado a lado, de arriba a abajo, de dentro a fuera, movió y movió el balón el equipo de Los Balcanes. Y en el eje de todo, el 10 del Madrid. Sin volverse loco, Luka fue el DJ para Croacia de una fiesta en la que Petkovic pronto empezó a echar los hielos. En el 3′, el delantero del Dinamo de Zagreb mandaba a las mallas un disparo teledirigido, hipnótico, de falta directa, desde más allá de la frontal ante el que Purins no hizo la estatua pero cerca se quedó. Minutos después, apareció otro viejo rockero. Perisic encaró, bicicleteó y centró. Balón con veneno al área chica que el portero letón despejó como pudo e Ivanusec, en el rechace, mandó para dentro.

Doblete de Petkovic

Hizo diabluras por su banda el extremo del Tottenham, que cambió el violín por la moto al filo del descanso. En el 43′ puso el turbo, se escapó por la izquierda y sirvió en bandeja el tercero a un Petkovic que a puerta vacía volvió a no perdonar. Antes, Modric había seguido con su vals particular. En su catálogo, un pase de quilates para dejar solo a Kramaric ante Purins en el 26′, y una jugada de Disney Land tras dejar pasar el balón en el área y recibirlo después de vuelta. Uldrikis también había hecho acto de presencia para Letonia, tras plantarse solo ante Livakovic, pero con el mismo éxito que su partido.

En la segunda parte llegó el baño de masas del croata. Ovacionado y con un 3-0 en el bolsillo se marchó Modric del campo, ya con el partido inerte y Letonia rogando clemencia. Le había dado tiempo previamente a rozar el gol con un tiro potente con la zurda que el guardameta letón estrelló en el larguero. Kramaric en el 68′ tras saque de falta, puso el cuarto apareciendo por sorpresa en el segundo palo y Pasalic en el 68′, el quinto tras introducirse como Pedro por su casa en el área. Ambos redondearon una goleada que insufla optimismo y buenas sensaciones tanto a Croacia como a su estrella. Modric sonríe y con él, el Madrid.