Milik preocupa, Polonia golea y Dovbyk vuelve a mojar

El primer test previo a la Eurocopa, el que disputó y ganó por 3-1 contra Ucrania, le dejó un regusto agridulce a Polonia. Y es que ocurrió lo que nadie espera ni quiere de estos partidos amistosos: perder efectivos para la hora de la verdad. Arkadiusz Milik, hombre importante en los planes del elenco nacional polaco, no duró ni cinco minutos. Fue a robar un balón y, entonces, comenzó a sentir dolor en su rodilla izquierda. Roto, anímica y físicamente, el delantero de la Juventus abandonó el rectángulo de juego para que le sustituyese el debutante Kacper Urbánski.

Milik dejaba helado al Estadio Nacional, saliendo totalmente desolado y teniendo que ser consolado por Lewandowski y Szczesny, quienes observaban la escena cariacontecidos desde el banquillo. Ahora, deberá esperar al veredicto de los servicios médicos, pero su presencia en la Eurocopa está en serio peligro. Un contratiempo francamente desagradable para la escuadra dirigida por Michal Probierz, aunque ésta decidió revertir la situación desatando un auténtico torrente de goles sobre Varsovia.

El primero lo haría Walukiewicz. El central del Empoli aprovechó el desacierto defensivo ucraniano para mandar un balón que nadie logró despejar al centro de las mallas. Esto, en el minuto 10 de la primera parte. Cinco minutos después, Zielinski probó fortuna desde el pico del área y el esférico, ayudado de otro sainete defensivo visitante, volvía a besar la red. Un cuarto de hora más tarde, los polacos castigaban por tercera vez a Bushchnan (Rebrov dio descanso a Lunin). Skoras centró desde el perfil derecho y Romanczuk, sumándose al ataque, conseguía acertar de nuevo.

Ucrania, tras una primera media hora de partido de aguantar las acometidas polacas, logró coger aire gracias a que Artem Dovbyk, pichichi de LaLiga EA Sports, continúa dilatando su idilio con el gol. Malinovskyi filtró y el delantero del Girona cuerpeó, recortó y definió con la zurda al palo largo. Un golazo con el que los visitantes volvían a meterse en la pomada justo antes del descanso.

Tras el entreacto, una vez aprendida la lección tras el contratiempo de Milik, polacos y ucranianos decidieron no meter una marcha extra y el segundo tiempo discurrió sin demasiado que contar en ninguna de las dos áreas. Fue entonces cuando Lewandowski o Tsygankov, que arrancaron el encuentro en el banquillo, gozaron de algunos minutos para ponerse a punto de cara a la Eurocopa. No fue el caso de Lunin: el portero madridista no participó en este penúltimo ensayo general. Un test que sirvió para que Dovbyk mojase una vez más, para que Polonia mostrase músculo y, también, para dejar a todo un país en vilo por Milik a una semana de que ruede el balón en Alemania.

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