La fórmula secreta de Albania para llegar a la Eurocopa como líder
Alarico Rossi desarrolló un algoritmo para encontrar jugadores albaneses con doble pasaporte. Balliu, del Rayo, fue el primer caso. Sus ‘fichajes’ elevan el nivel y están a punto de cerrar su billete a Alemania. Explica su sistema en AS.
Salvo por su presencia en la Eurocopa 2016, Albania nunca ha llegado a una competición internacional de facto. La humilde selección balcánica en comparación con sus vecinas Serbia, Croacia o Bosnia está cerca de certificar su segundo billete a una Eurocopa. Los rojinegros están a un puñado de puntos de cerrar su clasificación al torneo en esta primera fase como primeros de grupo. Es decir, como las grandes. Como las Francia, España, Inglaterra, Bélgica… Una subida de rendimiento que tiene su base en un innovador método.
Las águilas, entrenadas por Sylvinho con Pablo Zabaleta y Doriva como ayudantes, encabezan su grupo con trece puntos por delante de República Checa (11 puntos), Polonia (10 puntos), Moldavia (9 puntos) e Islas Feroe (1 punto). Justo ante los dos últimos se jugará Albania la clasificación, que tiene a tiro de piedra. Pero, ¿cómo ha pasado una selección que no se ha prodigado en torneos internacionales a llegar al más exigente entre las confederaciones? El secreto es un algoritmo. Uno que ha entendido perfectamente la idiosincrasia del país y del fútbol actual para cribar y encontrar a los mejores futbolistas disponibles.
La diáspora albanesa es una de las más grandes y longevas de Europa. Con una migración registrada desde la Edad Media rumbo a Italia y Grecia para evitar las consecuencias de la conquista otomana, la salida de albaneses desde el costero país balcánico nunca ha frenado. En la actualidad, muchos se encuentran viviendo en países cercanos de los Balcanes, Turquía, Europa del Este, España, Francia, Inglaterra, Australia, Argentina, Estados Unidos, los países escandinavos... Así, los dobles pasaportes están a la orden del día formando grandes comunidades transnacionales. Entre ellas, como no, aparecen nuevos talentos del fútbol. Unos que Albania ahora sí localiza, capta y lleva de vuelta a casa.
Al borde del parón de selecciones que puede ser histórico para Albania, Alarico Rossi, el promotor de todo este proyecto y jefe del departamento de scouting de Albania, atiende en exclusiva a AS. Después de una carrera en el fútbol italiano, donde llegó a ganar títulos jugando como portero del Sangimignano en el inicio de la trayectoria de Semplici, ahora sin equipo, pero que ha pasado por los banquillos de SPAL, Spezia o Cagliari, Rossi se formó en Italia y fuera de sus fronteras estudiando en Liverpool y también con el Barcelona en España.
Su carrera como analista de rendimiento comenzó ligada a una de las estrellas de LaLiga en los 90, Christian Panucci. “Trabajé con Panucci durante tres años y medio. Estuvimos en el Livorno, el Ternana y luego, en la selección de Albania”, explica a este medio en una conferencia telemática antes de comenzar la concentración con la selección.
Pero, ¿cómo nació el famoso sistema que llevó a Albania al liderazgo de su grupo de clasificación para la Eurocopa? Como las mejores ideas, de la necesidad y la casualidad. En mezcla, todo se concentra en un caso: el de Ivan Baillu, actual futbolista del Rayo Vallecano. “En Albania teníamos un equipo que venía de jugar por primera vez una Eurocopa. Nosotros llegamos en 2017, un año después de la Eurocopa. No encontramos una situación buena porque el equipo era mayor. Teníamos que construir un equipo. No era tanto trabajo el hacer la lista como encontrar jugadores que nos sirvieran. El presidente quería buscar jugadores en todo el mundo que pudieran jugar para Albania. Así, el primero con Cristian Panucci fue Ivan Baillu Campeny, ahora jugador del Rayo Vallecano. Es catalán puro. Ivan jugaba en el Metz en esa época”, explica Rossi. “En el caso de Balliu ha sido el primero que Albania ha encontrado. Él fue el motivo por el que la federación y yo arrancamos el sistema. El tiene un apellido albanés y porque como ya contó su abuelo era de Albania. Luego, la ley permite en Albania hacerte el pasaporte al tener una relación de parentesco con alguien de aquí. Si tengo un apellido albanés y puedo demostrar que tengo un abuelo albanés me puedo hacer el pasaporte en Albania”, añade para explicar cual fue la piedra en la que basaron todo el sistema.
En el caso de Balliu, no debutó hasta 2017, con 25 años, de la mano del propio Panucci dando el salto al fútbol internacional absoluto, aunque el catalán ya había sido convocado con la sub-16 y la sub 17 de España. Ahora, con Sylvinho sigue trabajando para ganarse su hueco en la banda derecha, donde se asentó en Primera División desde su llegada al Rayo con Andoni Iraola.
El caso de Balliu fue clave para entender el fenómeno de la diáspora, que también les ayudó a centrar la creación de su algoritmo. “Históricamente hay mucha emigración, pero con un flujo muy diverso. Claro, una de las cosas por las que funciona el sistema es porque conocemos este hecho y la historia de Albania”, añade Rossi, destacando la importancia de tener el sistema para buscar y también, el saber cómo hacerlo.
En esta charla, en la que Rossi habla en perfecto español mezclado con italiano e inglés para matizar algunas explicaciones, cuenta el sistema para ‘dummies’. Un algoritmo con el que Albania encuentra, sigue y criba los perfiles de distintos jugadores para ponerlos a disposición de Sylvinho. “El sistema no es complicado. En la primera fase, todos los datos están conectados con la idea de si puede jugar para Albania. Todas las Federaciones deberían tener todos los minutos que todos los jugadores seleccionables hacen en los clubes. En todo el mundo. No pasa y es un problema. ¿Por qué? La mayoría de entrenadores no mueven más que 50 jugadores en sus listas. La fuerza del algoritmo y la base de datos es que todos los jugadores que pueden jugar están dentro. Luego, muchos jugadores son descartados por el seleccionador porque entiende que no tienen el nivel para jugar en la selección. También la filosofía del entrenador tiene que encajar con los jugadores. Tenemos una lista de jugadores preparada para que los vea el entrenador. Por ejemplo, nos puede pedir diez jugadores que puedan jugar para nosotros que sean nacidos entre 2001 y 2005. Muy bien, pues ahí la tienes. El sistema no selecciona los jugadores, ¿por qué? Porque es algo que hace el seleccionador. Él es el que los selecciona, pero el sistema ayuda y permite al seleccionador no perder tiempo y energía buscando jugadores. Pueden necesitar un jugador zurdo que juegue en banda derecha y nosotros le podemos presentar una lista de jugadores ya listos para ser seleccionados”, añade.
Para Rossi este sistema solo tiene un problema: que el seleccionador no busque probar diferentes jugadores a lo largo de las distintas fechas FIFA. “Si el seleccionador no prueba a los jugadores el sistema está bloqueado. Antes, todos los extremos estaban perdidos porque no se ajustaban al plan del entrenador. Si el entrenador solo piensa en dos partidos, el sistema de seguir los jugadores es más pequeño porque no piden jugadores nuevos. Cuando arrancamos el sistema tenemos más problemas que ahora. Ahora, los jugadores que solo son de la selección, el 70% son frutos del trabajo del algoritmo”, recalca. Algo que no le sucede con el actual seleccionador.
¿La inspiración de donde llegó? Rossi afirma que fue propia y que por casualidad, se encontró un sistema similar en el mercado de agentes libres de la NFL y el scouting previo para cubrir las lesiones de jugadores importantes después de haber arrancado el suyo. “Es una idea mía porque fue para cubrir una necesidad de la Federación cuando llegó Panucci. Cuando descubrí el de la NFL me di cuenta que era el mismo. Cuando hay un jugador lesionado y no puede jugar, el scouting de las franquicias le da una lista de jugadores listos para jugar que no tiene equipo y pueden firmar en el momento. Esta es la idea del sistema. Por ejemplo, la selección necesita un lateral derecho y ya tengo una lista con todos los defensores derechos que pueden venir”, explica como gran similitud entre dos maneras de trabajar que funcionan en fútbol y en el ‘football’.
El sistema ha llevado a los mejores jugadores posibles para la selección balcánica que este viernes podría estar más cerca de cumplir su sueño tras haber ganado por el camino a las dos potencias de su grupo: Polonia (2-0) y República Checa (3-0). El Stadionul Zimbru de Chisnau acoge en Moldavia el primer partido de este parón para Albania. Las águilas necesitan ganar (16 puntos con seis por jugar) y vivirán pendientes de lo que suceda en el encuentro que enfrenta ese mismo día a sus principales rivales República Checa (segundo de grupo, 13 puntos) y Polonia, que marcha tercero en su grupo con 11 puntos, pero afrontando su último partido de esta fase.
El país vive con fervor estas dos semanas ante un hecho histórico, pero Sylvinho mantiene la calma. El héroe del Barcelona en París en 2006 sabe que la fiesta nunca debe empezar antes de lo previsto. Que lo histórico no sea que casi lo consiguieron. Primero, las matemáticas tienen que asegurar la clasificación antes de dar libertad a toda la posible euforia. Eso diría el algoritmo. Esa es la única fórmula que vale en el futbol.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.