Grecia paga los platos rotos

Ronald Koeman solo había ganado un partido (frente a Gibraltar) hasta este jueves. Los otros tres de esta segunda etapa como seleccionador los había perdido. El país apretaba, más aún cuando vio que jugadores de ciclos anteriores como Blind, De Roon o Weghorst eran titulares. No parecían los más adecuados para ganar un encuentro que se antojaba clave para a clasificación. Sin embargo, Koeman volvió a demostrar que los entrenadores siempre saben más que los aficionados y golearon con facilidad a sus rivales por 3-0.

De hecho, uno a los que apuntaban las miradas, De Roon, fue el encargado de abrir el marcador cazando un balón suelto en el área tras un córner. Xavi Simons y Gakpo eran los agitadores y los que generaban juego cerca del área, mientras que Frenkie de Jong dominaba el partido y marcaba los tiempos de cada ataque.

Pero el más decisivo de todos fue Dumfries. El carrilero del Inter, jugando más adelantado por la defensa de tres que planteó Koeman, fue un constante peligro para los griegos. Además, que él se encargue de toda la banda derecha libera a Xavi Simons para ocupar la zona del mediapunta. De sus botas salieron el segundo y el tercer gol. Dumfries es un jugador muy amenazante cuando tiene espacio para correr y aparece desde segunda línea, y de esa forma llegaron los centros a Gakpo y a Weghorst para marcar el 2-0 y el 3-0 respectivamente. Incluso golpeó al palo en una jugada en la que se asomó por la frontal del área.

La segunda parte, con el partido decidido, pudo servir más para que cualquiera de las repetidas entradas a Xavi Simons le costasen una lesión al atacante del Leipzig que para que Grecia intimidase la meta de Flekken. La Oranje aprieta la clasificación y, gracias a este resultado, Tiene un partido de margen sobre los griegos.