Dalic encuentra lo que le faltaba: Pongracic, ‘rey de la polémica’

Las crónicas sobre la histórica victoria de Croacia en Portugal (1-2) hablaban de la calidad entre líneas de Modric, las ocasiones de Gvardiol, la consistencia de Brozovic y Kovacic, la verticalidad de Kramaric y Majer, el nuevo gol de Budimir o las paradas de Livakovic. Pero en el país balcánico miran un poco más allá y se felicitan por la redención de Marin Pongracic, un espigado (1,93) central de 26 años al que un bajón de rendimiento y también su gusto por la polémica ha provocado la ausencia de la selección nacional durante dos años, hasta que regresó en los últimos meses. Pongracic completó en Lisboa un partido casi perfecto, sobre todo a la hora de despejar los centros laterales de los portugueses, y Dalic parece haber encontrado la pieza que le faltaba en su once, con Gvardiol desplazado al lateral izquierdo y el veterano Domagoj Vida ya para un papel más secundario.

Los escándalos han protagonizado la carrera de este ‘enfant terrible’ que ahora ha dado un paso atrás en su carrera, al humilde Lecce de Italia, seguramente para intentar pegar otros dos hacia adelante. Nacido en Landshut, Alemania, de padres croatas, creció en las categorías inferiores del Bayern de Múnich y tras pasar por Ingolstadt y Múnich 1860, el RB Salzburgo de Austria pagó por él un millón de euros en 2017. Tenía 19 años. Tres campañas después el Wolfsburgo abonaba 9 millones por Marin, pero ahí comenzaron sus problemas en la Bundesliga.

Cedido en el Borussia Dortmund, meses después, Pongracic no dudó en criticar al equipo que todavía tenía sus derechos y a atizarle al técnico que le había despreciado, el neerlandés Mark van Bommel: “En Wolfsburgo me descartaron. Con el correr de las semanas me dí cuenta que se estaba hablando mucho de mi continuidad para dejarle espacio a otros. Pero no puedo pegarles duro porque todavía mi ficha pertenece a ellos. ¿Van Bommel? Tenía ganas de hacer las maletas”.

Al terminar esa campaña, su compatriota Nico Kovac cogió las riendas del banquillo de los Lobos y decidió prestarle de nuevo porque el jugador se negaba a disculparse. Además, según Kicker, Pongracic demandó al club por no pagarle 250.000 euros de prima tras clasificarse para la Champions. El Wolfsburgo exigió a su vez 85.000 euros a Pongracic por haber hablado despectivamente de Van Bommel.

En el Lecce ha jugado casi completa esta segunda campaña, ya en propiedad (pagaron 1,60 millones de euros) del equipo italiano. Aunque las cosas han ido rodadas, Pongracic tampoco ha podido escapar del todo a las controversias. En marzo de este año, el Hellas Verona derrotaba a los Salentinos en su casa (0-1) y al finalizar el partido Marin se enredaba en una fuerte discusión con un jugador rival, el francés Thomas Henry. Roberto D’Aversa, entrenador del Lecce, entraba en la pelea propinándole un cabezazo a Henry, hecho por el que el técnico sería destituido posteriormente.

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