EURO 2024 | FRANCIA-BÉLGICA
Cuentas pendientes por Hazard
Bélgica busca vengar a su estrella después del Mundial de 2018 y la Nations League de 2021. Francia intentó nacionalizarle cuando era muy joven.
El partido entre Francia y Bélgica, octavos de final de la Eurocopa, entraña una rivalidad que se ha ido acrecentando durante los últimos años y varias historias que refuerzan todavía más el enfrentamiento entre ambas escuadras. La subcampeona del mundo se mide a una selección a la que le tiene tomada la medida en los últimos años, principalmente desde 2018, cuando la derrotó por 1-0 en las semifinales del Mundial de Rusia que acabaría llevándose.
Aquel partido supuso un jarro de agua fría para Bélgica, cuya Generación Dorada estaba dando sus últimos coletazos, soñando con culminar con un Mundial. Antes del partido contra Francia, mucho antes, Eden Hazard habría podido formar parte de la selección francesa si hubiera aceptado la proposición de la Federación cuando era un niño. El exjugador del Real Madrid, actualmente retirado, integró el centro de formación del Lille con 14 años, provocando que en Francia se pusieran como objetivo nacionalizarle.
El propio Hazard, figura del Mundial de Rusia, confirmó en una entrevista hace unos años que Francia le había tentado, pero que su decisión era firme, triunfar con Bélgica. “Es cierto que me llamaron para jugar con ellos. Pero soy belga y decidí jugar con Bélgica. Prefiero perder con Bélgica que ganar con Francia”, declaró. Los primeros pasos de la carrera del extremo se produjeron en el norte de Francia, en Pas de Calais, una región fronteriza con Bélgica en la que la rivalidad está todavía más acentuada respecto al resto del territorio.
De hecho, las fotos de Hazard siendo un niño con la camiseta de Francia se hacen virales cada año en algunas redes sociales. Con tan solo 7 años, el excapitán de la selección belga era un fan incondicional de Zinedine Zidane, el cual le entrenaría después durante su etapa en el Real Madrid. Zizou se convirtió en una inspiración para Hazard y es por algunas fotos que circularon por internet por lo que, años después, la Federación le contactó para que jugara con la selección francesa.
Hazard debutó con los Diablos Rojos en 2008 y fue capitán en el Mundial de Rusia, en el que se erigió como uno de los mejores jugadores del mundo. Gracias a su determinación, talento y técnica, Bélgica derrotó, en una actuación primorosa, a Brasil en los cuartos de final, topándose con Francia en las semifinales. El partido, especial para Hazard, también para sus hermanos, sobre todo Thorgan, formado en el equipo rival del Lille, el Lens, acabó con 1-0 para Les Bleus, después de que Umtiti rematara un córner botado por Griezmann que certificó el pase de Francia a la final.
Tres años después, en 2021, Francia volvió a truncar el sueño de Hazard de levantar un título con Bélgica. En las semifinales de la Nations League, los de Roberto Martínez se pusieron 2-0 en el marcador, pero una remontada heroica gala, con un Benzema inspiradísimo, truncaron las aspiraciones del extremo, que anunció su retirada de los terrenos de juego el año pasado y, salvo sorpresa, no volverá a competir profesionalmente.
Bélgica apela al espíritu de Hazard para intentar vengarle este lunes, en Düsseldorf. El Francia-Bélgica será un partido de alta tensión, con dos equipos que no han mostrado su mejor versión hasta ahora y con la amenaza de quedarse fuera de la Eurocopa a las primeras de cambio. De Bruyne deberá liderar a los de Tedesco para intentar dar la campanada, con un equipo al que le quedan pocos vestigios de la generación dorada. En Francia, Mbappé deberá dar un paso al frente si quiere evitar un batacazo inesperado de la subcampeona del mundo.
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