Empate 1-1... ¡y tan amigos!

El Real Valladolid se midió al Burgos CF en la segunda cita de pretemporada para ambos y lo hicieron en La Balastera de Palencia, en la denominada Copa de la Amistad que cumplió su primera edición. Tras medirse a un conjunto recién ascendido a la 1ª RFEF, el equipo de Primera subió el nivel con un rival de Segunda al que en Liga ha ganado siempre en Zorrilla pero con el que siempre perdió en El Plantío. Esta vez en un amistoso y en campo neutral el resultado fue de tablas, aunque los penaltis permitieron que el Pucela se llevara su seguto trofeo de esta pretemporada.

Pezzolano repitió el mismo once que ganó a la Segoviana esta misma semana, pero con un cambio, ya que entró Chuki y se quedó en el banquillo Monchu, un jugador que podría salir del equipo camino de Grecia, al Aris ya que finalmente no jugó ni un minuto y Pezzolano dejó entrever en sala de prensa tras el partido que su idea y la que le ha transmitido al club es que se quede, pero asume que la entidad puede vender al jugador y hacer caja.

En cuanto al partido, tras el inicio y la toma de contacto, el Real Valladolid fue tomando el mando poco a poco y en el 5′ llegó el primer disparo, muy desviado de Raúl Moro, jugador que creaba peligro y al que sus compañeros buscaban. Chuki mostraba descaro y también disparo, pero seguía sin acertar aunque ayudaba a acrecentar la sensación de dominio de los pucelanos.

Ese dominio se traduciría en una nueva oportunidad para Moro que salvó Cantero ya en el 12′. El balón en ese inicio solo tenía un dueño y un color, el violeta, mientras que el Burgos aguantaba el vendaval bien atrincherado en su área apoyado por la seguridad de Cantero bajo palos. Las ocasiones iban cayendo y en la grada se intuía el gol del Valladolid, pero no acababa de encontrar el acierto, como en la ocasión que estrelló Sylla en el lateral de la red a la salida de un córner en el 16′, o la de Kike poco después.

Los de Bolo intentaban desperezarse y sacudirse el agobio, pero el Pucela respondía robando y saliendo rápido, lo que obligó a los blanquinegros a volver a proteger su portería. Un robo de Espiau y la salida a la contra fue cortada en falta por Comert, lo que provocó una falta que generó la primera opción de acercarse del Burgos; el saque de Córdoba no encontró rematador, pero generó muchas dudas en la zaga vallisoletana.

Cerca de la media hora el árbitro sacó fuera del área una falta al borde del penalti, tras caer de forma aparatosa Sylla y el disparo posterior de Kike se estrelló en la barrera. Mucho control, mucha posesión pero poca efectividad hasta ese momento con un escenario en el que solo había un protagonista, el Real Valladolid, romo en ataque, ante un Burgos que se defendía como gato panza arriba y que apenas le veía la cara a Ferreira.

La contienda se fue igualando tras la pausa de hidratación; en ese tramo final de la primera parte Moro había dejado de aparecer con la chispa que lo había hecho al principio y Chuki también perdía fuelle y lo notaba el juego de los de Pezzolano que aún así obtuvo recompensa al dominio y la posesión de la primera mitad que se cerró con el gol de Luis Pérez en el 43′, tras rematar de cabeza un pase desde la izquierda de Moro que esta vez no pudo evitar el mejor de la primera mitad, Cantero.

Pezzoloano esta vez no hizo tantos cambios al descanso y solo entraron Amallah, Amath y Juric, mientras que el Burgos entraban Sánchez, Curro, Javi López, David, Álex, Atienza, Hugo Pascual y el portero Badiashile. La segunda parte empezó con el Burgos queriendo hacer algo más que en la primera y le disputó el balón al Valladolid con un par de buenas llegadas y un disparo peligroso de Curro en el 49′ y sobre todo en el 50′, minuto en el que llegaba el empate en las botas de Álex Sancris que superó a Boyomo y batió a Ferreira. La salida y el refresco de jugadores le había sentado bien a los de Bolo.

Llegado el 60′, más cabios en las dos escuadras lo que cambió el panorama general del partido que tras una primera parte intensa, iba cayendo tras el empate burgalés y la empanada Pucelana. El Valladolid intentó recuperar el control, pero ya las ideas no fluían igual, aunque la entrada de Amath, Biuk y Arnu hacía concebir nuevas esperanzas, igual que la participación de Amallah, algo más inspirado que en Segovia. Atienza tuvo que retirarse tras hacerse daño en el codo por lo que Pezzolano quitó a Arnu para acabar los dos equipos 10 contra 10 en una decisión extraña que luego explicó aludiendo al talante y al carácter del partido y los valores del Real Valladolid.

La igualdad intentó romperla Chasco con un disparo que no entró de milagro en el 80′, pero la segunda mitad fue mucho más deslabazada que la primera y con muchas menos oportunidades lo que al final condujo al empate con el Burgos siendo mejor que el Valladolid en este tramo. Los penaltis tuvieron que decidir La Copa y ahí el Real Valladolid no falló, con acierto de Amallah, De la Hoz, Juric, Biuk y Amath, mientras que en el Burgos falló Hernáiz.

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