El Zaragoza no sabe ganar

El Zaragoza no sabe ganar. Ni contra el colista ni contra un hombre menos durante prácticamente todo el partido. Y pudo ser peor, ya que el Málaga se adelantó por medio de Haitam en el 79′ tras una exhibición de su portero Yáñez, pero Giuliano rescató un punto a dos minutos de la conclusión. Un gol que no frena la caída de los aragoneses y que no evitó el enfado de una afición que encadena decepción tras decepción y que despidió a su equipo con pitos.

Fran Escribá hizo su debut en La Romareda como entrenador del Real Zaragoza y apostó por Ratón en la portería, por Lluís López en el centro de la zaga en lugar de Francés y por Zapater en el doble pivote junto a Jaume Grau. No fue titular Gueye, siendo Mollejo el acompañante de Giuliano en la delantera en un 4-4-2. Pepe Mel, por su parte, realizó cuatro cambios en la alineación respecto a su último partido de Liga: Esteban Burgos, Javi Jiménez, Febas y Fran Sol por Ramalho, el lesionado N’Diaye, Loren y Rubén Castro.

El Zaragoza llegaba a este partido tras caer eliminado de la Copa por el Diocesano y La Romareda recibió a los jugadores con algunos pitos. Escribá señaló en la previa que la mejor manera de pedir perdón era salir a por el partido desde el inicio y tras unos primeros minutos de tanteo, el equipo aragonés se hizo con el dominio y tuvo sus primeras aproximaciones al área rival, siendo su acción más peligrosa un remate de Vada desde dentro del área que se estrelló en Bermejo.

Poco después de evitar el gol de su compañero, el centrocampista madrileño sufrió una dura entrada de Javi Jiménez, que fue expulsado por roja directa por el propio colegiado. Era el minuto 13 y el partido se le ponía muy de cara al Zaragoza. No tardó en llegar su primera ocasión. Fuentes centró desde la izquierda, Mollejo no acertó a rematar y la pelota se le quedó franca a Giuliano, que disparó fuera con todo a su favor.

Pero el Málaga no bajó los brazos y Luis Muñoz estuvo a punto de poner al 0-1 con un gran disparo desde fuera del área que obligó a Ratón a desviar a córner. Y en ese mismo saque de esquina, el Zaragoza salió a la contra y Yáñez, con un paradón a una mano, evitó el tanto de Bermejo, que remató a bocajarro desde dentro del área pequeña. Sin duda alguna, la ocasión más clara en la primera media hora de juego.

Los locales insistían y Giuliano, que no marcaba desde hace más de dos meses, estuvo a punto de romper su sequía en dos ocasiones. Primero con un remate de cabeza a centro de Fran Gámez que se encontró con Yáñez y el palo y después con un disparo desviado tras un buen pase de Mollejo. También lo intentó Fran Gámez con una volea que se fue alta y de nuevo Giuliano desde la frontal antes de que el encuentro llegara al descanso.

Escribá aprovechó el paso por los vestuarios para sustituir al amonestado Fran Gámez por Larrazábal, mientras que Pepe Mel siguió con los mismos once, con Cristian ejerciendo de lateral izquierdo desde la expulsión de Javi Jiménez. El Zaragoza seguía mandando y Bermejo lo intentó desde fuera del área cuando la jugada pedía un pase a Vada, aunque ésta fue su única ocasión en el primer cuarto de hora de la segunda parte.

Pepe Mel dio entrada a Loren por Fran Sol y poco después Yáñez volvió a vestirse de héroe del Málaga. Primero le sacó un gol cantado a Giuliano en un saque de esquina y después detuvo un disparo mordido a Mollejo tras una jugada individual. También evitó el gol de Llluís López en un córner, justo después de que Bermejo estrellara un balón en el larguero en un lanzamiento de falta.

Pepe Mel hizo un triple cambio para dar oxígeno a los suyos e introdujo en el campo a Ramalho, Jozabed y Haitam. Este último, en el primer balón que tocó, se adentró en el área y cruzó el balón fuera del alcance de Ratón para delirio de los aficionados del Málaga presentes en La Romareda. Al Zaragoza le restaban algo más de diez minutos para empatar y a punto estuvo de hacerlo en el único error de Yáñez, pero Ramalho sacó con el pie el disparo de Eugeni.

Gueye, que había ingresado en el terreno de juego tras el gol del Málaga junto a Francho, fue el siguiente en probar fortuna, pero tuvo que ser Giuliano quien al final batiera a Yáñez al cruzar de volea un balón en el segundo palo en un saque de esquina. Era el minuto 88 y el Zaragoza se volcó en los instantes finales en busca de la victoria, pero el marcador no se movió y el encuentro finalizó con un empate que no contenta ni al Zaragoza, que jugó con uno más casi todo el partido y podría finalizar la jornada en puntuación de descenso, ni al Málaga, que acarició la victoria y permanece como colista una jornada más.