El VAR se da un atracón en el triunfo del Andorra

El VAR se llevó una dosis exagerada de protagonismo en el Andorra-Sporting. Se dio un atracón y desquició, por igual, a ambos conjuntos. Aunque el que sonrió al final, y de qué manera, fue un Andorra que vuelve a ganar cinco jornadas después y toma mucho oxígeno por alejar el descenso hasta los seis puntos. Sinan Bakis, de penalti gracias al VAR, fue el autor del tanto del triunfo y logró arrebatar algunos focos a una tecnología que sigue generando debate. No solo señaló esa pena máxima, sino que cinco minutos antes anuló otra, a favor de los tricolores, e impidió que subiesen al marcado dos tantos, uno para cada equipo.

Lo cierto es que fue un duelo entretenido. El Sporting apareció en el Estadi Nacional con la intención de tratar de tú a tú al Andorra, pero tardó segundos en darse cuenta de la realidad. Los tricolores, con una marcha más, se adueñaron de la posesión y les hicieron perseguir sombras. Aguado, Bover e Iván Gil camparon a sus anchas en la medular y Germán Valera hizo estragos en el uno contra uno. Poco tardó en avisar el Andorra porque en el 6′, Christos disfrutó de su primera ocasión. El Sporting bastante hizo con achicar agua y, aunque en el 16′ Djuka pidió un penalti por mano de Alende dentro del área, el VAR no tardó en comprobar que era inexistente. El Andorra impuso un alto ritmo de juego, con transiciones rápidas y un porcentaje de acierto en el pase de excelente. Y, en el 27′, la primera polémica. El VAR anuló un tanto de Christos, tras un córner, por una falta de Mika Mármol sobre Cuéllar en el área pequeña. Hubo pocas protestas tricolores y es que la preocupación era seguir jugando y asediando la meta de un Sporting que no logró sacudirse la presión de encima. Ni un disparo de Pedro Díaz desde casi el centro del campo en el 33′ inquietó a un bloque de Eder Sarabia que sigue sin explicarse cómo pudo finalizar la primera mitad sin goles. Ocasiones las tuvo, y muy claras, como las de Bakis, Mika Mármol y el tiro al larguero de Germán Valera.

Ramírez, viéndose muy inferior al Andorra, dio entrada tras el descanso a Varane y Otero y pareció dar con la tecla porque, en el 48′, Djuka disfrutó de un mano a mano que no aprovechó. Los asturianos ya tenían otra cara y empezaron a inquietar a Nico Ratti. El problema fue que el VAR interrumpió demasiado el ritmo del partido e inició su festival en el 62′ anulando un gol a Zarfino por un muy justo fuera de juego en el arranque de la acción de Djuka. Se tardó demasiado en revisar la jugada, pero al final salió cara para el Andorra. En el 74′, la moneda del VAR volvió al aire por un penalti de Izquierdoz sobre Valera. El colegiado lo señaló rápido, pero la acción se inició con una falta sobre Queipo, que a cámara lenta y tras varias repeticiones pareció clara. El balón volvió a rodar entonces, pero solo estuvo en movimiento cinco minutos. De nuevo, el árbitro fue a ver una nueva jugada por la televisión y esta vez sí: penalti de Izquierdoz sobre Bakis. Un tanto enfadados deben estar en Gijón porque aunque sí hubo contacto, hay dudas sobre si suficiente como para penalti. Pero ya no hay marcha atrás, el delantero tricolor no falló y decantó la balanza contra un Sporting que pudo empatar en el 91′ con un cabezazo de Milovanovic ante el que emergió Ratti para dejar los tres puntos en Andorra.