El Valencia decide sufrir tras perder en Son Moix

Muriqi y Kang-in fulminaron a un necesitado Valencia en Son Moix. Un gol del delantero kosovar, tras una gran asistencia del surcoreano, condena al equipo de Baraja a sufrir en las dos últimas jornadas para conseguir la permanencia.

Aguirre dijo en la previa que no acababa de dar con la tecla, tras la debacle en Almería, y ante el Valencia mas que afinar el piano, decidió retocar media orquesta. Especialmente llamativa fue la posición de Kang-in como carrilero. En los primeros minutos se notaba que el equipo balear estaba desafinado, sin embargo, el Valencia de Baraja no supo sacar provecho de los minutos de adaptación bermellona al nuevo planteamiento. Samu Lino y André Almeida lideraban el ataque valencianista, pero con más intensidad y corazón que acierto. Diego López y Javi Guerra también le daban una marcha más a los visitantes, pero no acierto. De hecho, la ocasión visitante más clara de la primera parte la tuvo el joven asturiano valencianista, tras una buena jugada de Lino, pero Rajkovic sacó milagrosamente la pelota con el pie. El Valencia, al que se le notaba la necesidad de puntuar, llevaba el peso del partido, mientras el Mallorca, con Kang-in muy lejos del área rival, se encomendaba a las carreras aisladas de Kadewere y los balones largos a Muriqi. Sin goles se llegó al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, Aguirre decidió dar entrada a Jaume Costa en el lateral izquierdo y retirar a Amath que fue uno de los más damnificados del experimento del mexicano. El equipo bermellón lo notó y el Valencia, también.

Con un dibujo más reconocible, el Mallorca se hizo con el control de la pelota y el equipo de Baraja fue perdiendo presencia ofensiva. Con Kang-in más cerca del área valencianista, el equipo local se acercaba al gol y así ocurrió en el minuto 63. Una combinación de Jaume Costa y el surcoreano en la banda izquierda acaba con pase de este último a Muriqi que batió Mamardashvili con un potente cabezazo. Un jarro de agua fría para los de Baraja.

El técnico valencianista hizo cambios y sacó toda la artillería: Kluivert, Samu Castillejo y Cavani. La necesidad apretaba y el equipo che se volcó en el área de Rajkovic. Kluivert fue el que más lo intentó, incluso un tiro suyo, desde la frontal, obligó a Rajkovic a realizar una magnífica parada. Los seguidores ches ya celebraban el empate. Con el paso de los minutos, el Mallorca fue cediendo espacio y buscaba la sentencia en una contra y casi lo consigue con un disparo lejano de Baba que Mamardashvili lo evitó.

Al final, las ganas valencianistas no se transformaron en gol y al equipo de Baraja le tocará sufrir las dos últimas jornadas.