El Sevilla se mantiene en el carril central de la Copa

¡Albricias! ¡El Sevilla ha ganado un partido! A un Astorga de Tercera RFEF, eso sí, pero al perro flaco asediado por las pulgas que es el equipo de Diego Alonso ya le vale cualquier cosa que echarse a la boca. Un varapalo hubiera sido definitivo para el futuro del técnico uruguayo, al que en esta ocasión sacaron las castañas del fuego sus centrales.

El triunfo por 0-2 del Sevilla en Astorga lleva la rúbrica de Sergio Ramos y Gattoni, la improvisada pareja de centrales que saltó al césped de inicio. El camero adelantó a los de Nervión en el marcador con una de sus especialidades, los lanzamientos desde el punto de penalti. Barredo, portero del Astorga, se delató como admirador de Ramos por cómo esperó quieto a que el anoche capitán del Sevilla lanzara de Panenka. No fue así, Ramos aseguró al lado natural con el pie derecho y la pena máxima forzada por Januzaj allanó el camino.

Porque la primera parte había sido un trayecto con tantos baches como el césped de La Eragudina. Poca excusa para que un equipo del nivel del Sevilla no diera dos pases seguidos y permitiera al Astorga venirse arriba. El conjunto maragato, sin tener tampoco demasiadas ocasiones, quizás no merecía irse perdiendo al descanso, pero así fue.

Salió mejor el Sevilla en la segunda parte pero en el 66 era Dmitrovic el que salvaba los muebles con un paradón. Dos minutos después, Gattoni ponía el 0-2 con un cabezazo espectacular que contrasta con el nerviosismo y la falta de aplomo que se le notó desde el primer minutos. Si Mendilibar no lo ponía y Diego Alonso tampoco, será por algo. Si Monchi lo fichó, no se sabe muy bien por qué, pero al menos el chaval pudo cantar un gol como sevillista.

Pudo recortar el Astorga pero de nuevo Dmitrovic evitó problemas mayores. El partido fue muriendo entre la impericia del Sevilla para ampliar el marcador y la alegría de una grada que optó por el cachondeo para evitar el frío.

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