El primer grito del ídolo

El primer amor o ese primer beso suelen ser inolvidables. Y para un futbolista lo es también cuando se estrena como goleador. Mucho más cuando el festejo es con el club de tu tierra y del que eres aficionado desde pequeño. Hoy se cumplen 20 años del día que Cristo Marrero llenó su boca de gol y se estrenó en la red con la camiseta del Tenerife.

“Ha sido lo que siempre he soñado”, dijo el sureño a la conclusión del Tenerife-Numancia del 2 de mayo de 2004 que terminó con triunfo por 1-0. Con su tanto, el Tenerife de Martín Marrero daba un paso de gigante hacia la permanencia ante un rival que llegaba a la Isla como el líder de la categoría.

Aquel día, el delantero fue titular y a los 20 minutos de la segunda parte superó a Luis García, portero del cuadro soriano, con un cabezazo tras un barullo dentro del área. Tiempo después, el meta, además de José Antonio Culebras o Dani Kome -rivales ese día-, acabarían jugando en el Tenerife que ascendió a Primera División en 2009.

“Cristo sorprende a un flojo Numancia”, tituló su crónica el Diario AS, destacando que una de las claves de la victoria insular fue la expulsión de Daniel Fagiani en el descanso por insultar al colegiado. Otra, fue la gran actuación del portero Robert Enke quien sostuvo a los suyos en la primera mitad.

En su 13º partido como blanquiazul, aquella tarde el zoquero consiguió el primero de los 23 goles que acumuló durante su estancia en el club. “Siento una alegría inmensa al marcar en casa y ante el líder. La jugada fue un poco rara, aunque salió bien y el balón entró”, contó pleno de felicidad el héroe de la tarde quien jugó en la izquierda por la sanción de Jesús Vázquez.

Con el paso de los partidos, se fue convirtiendo en un referente para los aficionados y en el capitán del vestuario. Después de vivir el sueño de estrenarse como goleador, años más tarde cumpliría otro y posiblemente más inolvidable: ascender a Primera. “Aquel fue uno de los días más felices de mi vida”, repitió más de una vez.

Hoy, Cristo Marrero es el entrenador del Tenerife C, equipo que empezará a luchar este fin de semana por subir a Tercera División (recibe al UD La Palma). Antes, pasó por el banquillo del Juvenil y tuvo una breve incursión en el primer equipo como integrante del cuerpo técnico de Luis César Sampedro en la recta final de la temporada 2018/19. “Cuando me llamaron, reconozco que me temblaron las piernas, pero había que ayudar”, contó en un reportaje por el centenario de la entidad.

Aunque el tango diga que 20 años no es nada, Cristo vive con el alma aferrada a su querido Tenerife con el que hace dos décadas festejaba su primer gol como blanquiazul cumpliendo un sueño familiar y comenzando a escribir su historia de ídolo blanquiazul.

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