El Nápoles vive un desastre

El Nápoles vive un momento negro. Tras el muy decepcionante empate con el Unión en Champions, los azzurri cayeron ante el Empoli, que llegaba como penúltimo de la Serie A, y conquistó una inesperada victoria que deja a García tambaleando en una cuerda muy, muy floja. En ocho partidos jugados en su estadio, el campeón de Italia perdió cuatro veces, empató dos y ganó solo dos. Si el Inter triunfa contra el Frosinone, los napolitanos marcharán ya a 10 puntos del liderato.

El francés decidió sorprender con un once inesperado, dejando en el banquillo a Kvaratskhelia, Zielinski y también a Meret, que se lesionó en el calentamiento. Los napolitanos jugaron con un 4-2-3-1, utilizando a Politano, Raspadori y Elmas detrás de Simeone, pero, tras un buen comienzo, empezaron a perder fuelle. Un Empoli muy organizado avisó antes del descanso con Cancelleri y Cambiaghi, creciendo también en la reanudación.

García revolucionó el equipo en la segunda parte, sacando del banquillo a Zielinski y Kvaratskhelia, pero renunciando a la puntería de Simeone, único delantero centro a su disposición, que podía ser muy útil bajo la lluvia sin pausas del Maradona.

Los sureños mantuvieron el control del balón, pero con los problemas de siempre: falta de ideas y, sobre todo, de solidez. Tras un par de ocasión de Kvara y de Lindstrom, el castigo llegó en el 91′: Ebuehi y Gyasi construyeron una jugada en la banda derecha y el balón llegó a Kovalenko, que se sacó de la chistera una rosca espectacular, que golpeó el poste y se coló en la portería de Gollini. Fue el tanto de la derrota, que desató las protestas del Maradona y deja a García más cuestionado que nunca. A De Laurentiis, que bajó a los vestuarios enfurecido durante el descanso, le toca reflexionar sobre la continuidad del francés. Mientras, el club optó por un ‘silencio stampa’.

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