Gio Simeone vuelve a hacer líder al Nápoles

El Nápoles sigue sumando goleadas y victorias. Ante una Cremonese que, en la segunda parte, supo hacerles sufrir, los azzurri encadenaron su octava victoria consecutiva entre Champions y Serie A (con 25 goles marcados y seis encajados), algo que nunca habían conseguido disputando la máxima competición europea, y ya lideran en solitario el Calcio con dos puntos de ventaja sobre el Atalanta.

Spalletti, con medio pase a octavos de Copa de Europa en el bolsillo, decidió evitar rotaciones y, de sus titulares habituales, solo tuvo descanso Zielinski, sustituido por un Ndombele que sigue mejorando su nivel de forma. La oportunidad era grande y los sureños arrancaron el choque demostrando que lo sabían. Rrahmani, nada más comenzar, terminó una gran progresión con un remate al poste. El central fue el único lunar de la tarde partenopea: en la segunda parte, tuvo que abandonar el campo por una lesión muscular.

Los de Alvini optaron por quedarse atrás, sin darle a los azzurri la profundidad con la que saben hacer daño. El plan pareció funcionar y Zanimacchia hasta pudo marcar el 1-0 con un remate que golpeó el poste. En el 24′, sin embargo, volvió a aparecer Kvaratskhelia, que penetró en el área y fue zancadilleado por Bianchetti. El árbitro concedió penalti y Politano, desde los once metros, no falló.

El Nápoles, luego, cometió el error de dejar con vida a la Cremonese, desperdiciando dos veces el posible 0-2 con Anguissa y Raspadori, y los locales golpearon en el minuto 2 de la segunda parte. Un mal disparo de Ascacibar se convirtió en una asistencia perfecta para Dessers, que en el corazón del área logró por fin su primer gol italiano.

El empate le dio confianza a la Cremonese, que empezó a creer en la remontada e hizo sufrir bastante al conjunto de Spalletti. El técnico, no obstante, tiene un arma enorme este año: su banquillo. Entraron Simeone, Lozano y Olivera, y fueron decisivos. Sobre todo el argentino, como ante el Milan, volvió a cambiar el partido con un testarazo. Lo hizo en el 76′, recibiendo un gran centro de Mario Rui, y sumando ya cuatro goles en los nueve partidos que jugó en este curso.

Con los locales volcados al ataque en busca del 2-2, para el Nápoles fue demasiado fácil encontrar espacios y sentenciar. El 1-3 llegó otra vez con la ayuda de Simeone, cuyo pase largo puso solo delante del meta rival a Kvaratskhelia, que cedió a Lozano la más sencilla de las asistencias. Olivera, a instantes del pitido final, cabeceó a la red el 1-4 un centro de Di Lorenzo, y completó así otra goleada de los azzurri, los nuevos líderes en solitario de la Serie A. La máquina de Spalletti no para.