El Lens es de Champions 

Sobre un Bollaert-Delelis entregado a un equipo que está siendo la gran revelación del fútbol francés, por el que pocos apostaban a comienzos de temporada, el Lens venció 2-1 al Paris F.C, en un partido igualado y con emoción hasta el final, y asaltó la cuarta posición de la liga francesa que da acceso a la Champions League. Ni el seguidor más optimista de los Sangre y Oro podía imaginar un inicio tan prolífico, en un verano en el que se vio forzado a vender, debido a la acuciante crisis televisiva en Francia, a sus mayores activos para sobrevivir económicamente.

El Lens es un equipo que derrocha coraje y que rebosa competitividad. Porque, a pesar de comenzar el partido con un duro revés, el penalti fallado por Florian Thauvin, no acostumbrado a estos errores, el club norteño fue superior al Paris FC, aunque los parisinos compitieron y en ningún momento dieron la sensación de ser un recién ascendido.

Fue un primer tiempo accidentado, pero con emoción y suspense hasta el descanso. El balón parado, antaño tan olvidado en Lens, tan valorado ahora, fue una de las llaves del partido. Odssone Edouard evocó su mejor época en el Crystal Palace con un testarazo de un córner botado por Thomasson, desatando la locura en un estadio, una ciudad que vive por y para el fútbol.

El Paris F.C, que tiene una plantilla con suficientes mimbres como para salvarse siendo recién ascendido, impulsado por el capital de la multimillonaria familia Arnault, no se intimidó y, con algo de fortuna, empató el partido, tras un disparo de Lees-Melou cuya trayectoria fue desviada por dos defensas y descolocó a Risser.

El tanto enmudeció por momentos al Bollaert, que anudó su estruendo en la segunda parte, en un momento en el que todo apuntaba a que el Paris F.C se acercaba al segundo. El balón parado, un salvavidas en situaciones límite, volvió a ser determinante, en otro córner que botó Thomasson y remató el espigado Baidoo, un central dominante en las dos áreas.

El Lens defendió 2-1 como si de un tesoro se tratase, desbaratando todas las acometidas del conjunto parisino. Los ‘Sangre y Oro’, revelación del fútbol francés, vuelven al lugar que se merecen, los puestos Champions, tras un inicio de temporada inmaculado, impecable, inesperado por la crítica, no para Pierre Sage, el hombre milagro del Lyon y ahora del norte de Francia.

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