LAS PALMAS

El hechizo del Gran Canaria

La última victoria de Las Palmas en casa fue el 26 de febrero. Los amarillos no jugarán en la isla hasta el fin de semana del 24 de septiembre. Solo una derrota en este tiempo.

Carlos Diaz-Recio

La Unión Deportiva Las Palmas está enfrentando una racha complicada en su fortaleza en casa, el Estadio de Gran Canaria, que ha marcado un capítulo inusual en su historia futbolística. Desde el 26 de febrero, el equipo amarillo no ha logrado celebrar una victoria en su propio terreno, lo que se ha convertido en la racha más larga de partidos en casa sin ganar en la historia del club, igualando un registro del equipo entrenado por Jémez en la temporada 2017-18.

Estos ocho partidos en total, se extienden por más de seis meses, a causa del parón veraniego y es que esta sequía comenzó en la jornada 29 ante la Ponferradina, y a pesar de los esfuerzos, el equipo no ha podido encontrar la fórmula para revertir esta situación. Aunque ha estado cerca en varias ocasiones, Remiro, el fin de semana pasado, sin ir más lejos evitó en los últimos minutos que los amarillos firmarán su primera victoria desde el día de San Alejandro.

Sin embargo, mirado de cerca se atisban luces. En este período, los de García Pimienta solo sufrieron una derrota en casa, contra el Oviedo en un encuentro con varios disparos al palo por parte de los amarillos. Además, comparándolo con el récord negativo compartido con la 2017-18, los amarillos suman seis puntos más.

Y, si bien es cierto que es está la racha más prolongada en su historia sin ganar en casa, ha promediado en este tiempo 0,88 puntos por partido, un número mejorable que, al normalizar las victorias con tres puntos, se descubre que existen 17 rachas de ocho partidos en casa con un rendimiento inferior al actual.

A pesar de la desafiante situación, el club ha experimentado momentos más difíciles en su historia. En las temporadas 59-60 y el final de la 2016-17 y comienzo de la 2017-18 destacan como algunos de los momentos más bajos en cuanto a rendimiento en casa, con un promedio de 0,38 puntos por partido en ambas temporadas. En la primera, Las Palmas enfrentó una serie de siete derrotas en ocho partidos, lo que propició el despido de Marcel Domingo y el regreso de Molowny, quien no pudo salvar la categoría. Algo similar ocurriría en la otra racha de la 2016-17 y 2017-18, cuando pasaron durante estos ochos encuentros como local por el banquillo tanto Setién —quien no renovó a final de año— como Manolo Márquez y Paco Ayestarán.

Así pues, esta racha se alargará al menos siete meses de sequía, porque los amarillos no volverán a jugar como anfitriones hasta el fin de semana del 24 de septiembre cuando reciba al Granada de Paco López en el Gran Canaria.

Lo más visto

Más noticias