El Eibar gana, pero no convence

Ipurua volvió a abrir sus puertas y lo hizo siguiendo la tónica habitual de las últimas temporadas. El Eibar ganó, pero con una actuación no apta para cardíacos. El Castellón, insuflado por volver al segundo escalón del fútbol español tres campañas después, pasó por encima de los armeros durante casi todo el encuentro. Solo el madrugador tanto de Bautista pudo imponerse al dinamismo de los de Schreuder. El conjunto albinegro, se hizo con el balón, tuvo acercamientos de peligro, pero no acertó en los últimos metros con la portería de Jonmi. Los armeros, en cambio, acusaron el estado físico de estar a mediados de agosto, la falta de fondo de armario a causa de las alturas del mercado y la ausencia de gran parte de su hinchada. Esta vez, solventaron la papeleta, aunque de continuar con las sensaciones mostradas en la primera jornada liguera, el ascenso volverá a seguir siendo una quimera.

Eibar sigue de vacaciones. En todos los aspectos. Dadas las fechas veraniegas y el merecido descanso de muchos eibartarras, Ipurua apenas rozó los 3.500 espectadores. Una entrada pobre, que se complementó a la perfección con el juego de los suyos. Y eso que su comienzo fue inmejorable. Cuando no se habían cumplido los dos minutos de encuentro, Jon Guruzeta se estrenó en la categoría de plata de la mejor forma posible. No iba a ser titular, pero la baja de Alkain le aupó al once. Empezó como mediapunta, aunque donde tuvo influencia fue en la derecha. Allí comenzó su exitosa galopada que, tras un robo en campo contrario y su correspondiente conducción, elevó sutilmente el esférico para que Bautista firmara el primero de la temporada. La puesta a punto parecía insuperable. Nada más lejos de la realidad.

A raíz del gol armero, la primera parte fue un monólogo del Castellón, por no decir que la segunda también. Dominó la posesión, controló los tiempos y generó las mayores acciones de peligro. Jonmi tuvo trabajo en su debut. El holandés Seundtjens, desde la izquierda, y el nigeriano Mamah, por derecha, le probaron con distintos disparos. El meta zornotzarra los repelió sin problemas. No así como en la definición por bajo de Douglas. Un balón filtrado al espacio, sorprendió a toda la zaga azulgrana. El delantero brasileño lo aprovechó a las mil maravillas, pero un fuera de juego litigioso señalado con mucho suspense le privó de hacer la igualada. Los albinegros a pesar de avisar en varias acciones, se marcharon a los vestuarios de manos vacías.

Como era de esperar, al ‘Gallo’ no le estaba gustando lo que veía sobre el verde. Y no esperó ni al tradicional minuto 60 para mover el árbol. Mada sustituyó a Guruzeta con tal de ser más eficientes en la presión. El dinámico sistema de Schreuder fue un auténtico quebradero de cabeza para los de Etxeberria. Carrillo tuvo que ser sustituido al poco de arrancar el segundo envite, lo que hizo alargar la mala dinámica de los locales. Raúl Sánchez fue un cuchillo en el costado izquierdo. Por suerte para los armeros, el conjunto orellut careció de finura para decidir en los metros finales. Mientras tanto, Etxebe continuó moviendo sus piezas. Para el 64′ solo le quedaba un cambio.

El conjunto orellut, por su parte, reforzó el centro del campo con las entradas de Van den Belt, Calavera y Suero. Su plan estaba saliendo. Solo faltaba lo más difícil: ejecutarlo en el área del Eibar. Los minutos iban corriendo y la desesperación se apoderó de unos visitantes que, a pesar de toparse con el cancerbero azulgrana y el enjambre de piernas de la retaguardia local, veían cerca su premio. Entre medias, Bautista tropezó con la madera en lo que podría haber sido la sentencia. Pero no hizo falta. El tiempo se le echó encima a los orelluts y, debido al agotamiento habitual de las primeras jornadas, acabó derrotado en la orilla. Por lo tanto, los armeros se hacen con los primeros tres puntos que repartía Ipurua, pero con la sensación de que les queda mucho camino por recorrer.

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