El Cádiz vuelve a sacar oro de Málaga

El Cádiz vuelve a llevarse los tres puntos de La Rosaleda, al igual que en la pasada temporada, en un partido que decantó para sus intereses con un gol de Sergio Ortuño a los 17 en una jugada que nació de un error de Javi Montero que regaló el balón a García Pascual. Alfonso paró el primer remate de este delantero, pero no el siguiente.

El Málaga pagó los platos rotos de un primer tiempo infumable. Su segunda parte fue mejor, pero sin réditos. Centros laterales sin destinatario, disparos que se estrellaban en la muralla amarilla y poco criterio con el último pase. El Cádiz tuvo paciencia y oficio para llevarse tres puntos que le consolidan en la zona alta y le permiten presentar credenciales. El Málaga, un punto de nueve, entra en su primera crisis de resultados.

Gol de Ortuño

La plaga de ausencias obliga a Pellicer a implementar un plan con Murillo de lateral derecho, los centrales zurdos Galilea y Montero con Brasanac por delante. De alguna manera pretendía desmontar el plan de Garitano, que apostó por la velocidad de Efe, la electricidad de Tabatadze y la fantasía de Suso.

El Málaga dispone de la primera gran ocasión con un balón que caza Dani Lorenzo en el borde del área pequeña. Su potente disparo se va por arriba. Es el minuto seis. La respuesta del Cádiz es inmediata. Gran pase al espacio de Suso a García Pascual. El de Benalmádena lanza por arriba tras superar a Einar Galilea.

La zaga del Málaga es un manojo de nervios. A los 17’ una mala cesión de Javi Montero es interceptada por García Pascual. Su potente misil es rechazado de manera forzada por Alfonso Herrero Sergio Ortuño, atento al rechace, aloja el cuero en el fondo de las mallas.

De manera desordenada el Málaga busca el portal del un rival que se defiende con orden. A los 25’ los de Garitano perdonan el 0-2. Tabatadze se planta ante Alfonso sorteando contrarios, pero golpea al aire.

De nuevo la desgracia se cebó con los blanquiazules en forma de nueva lesión. En esta oportunidad el tobillo izquierdo de Adrián Niño dijo “basta”. Tuvo que ser cambiado por Julen Lobete. El annus horribilis suma otra víctima para la enfermería. Media hora malagueña para olvidar.

A los 44’ Víctor es un espectador de lujo para un tiro de Tabatadze que salva milagrosamente el meta local. Los apuros para los de Pellicer se suceden. Efe, con asombrosa facilidad, se va de Murillo y profundiza, pero su centro no encuentra rematador. Se llega al intermedio con sensación de que el Submarino tiene argumentos para hacer sangre a un Málaga inoperante y sin ideas.

Mejor con Dani Sánchez

El técnico del Málaga toma medidas para potenciar el deficiente centro del campo, donde mandaba Diakité, y el lateral izquierdo dando entrada a Dani Sánchez y Carlos Dotor en lugar de Brasanac (muy lejos de su mejor puesta a punto) y Víctor García.

Los de Pellicer dan un pasito adelante con Larrubia, una vez más, como artista estelar. El Mago no encontraba el entendimiento adecuado. El Cádiz, un equipo de buen físico, vuelve a tener una opción de 0-2. El lanzamiento de García Pascual se estrella en el poste cuando Alfonso estaba batido.

A los 67’ Víctor Aznar realiza una doble parada de mucho mérito primero a Dani Lorenzo y después a Chupete en una gran jugada firmada, de nuevo, por Larrubia. Es la primera vez en todo el duelo que el meta hispano-brasileño se emplea a fondo.

Pasan los minutos y el Málaga mete en su campo al Cádiz, que se agazapa sin descartar ese momento donde pueda cerrar el partido. Los locales han ganado mucho con Dani Sánchez por la izquierda dando centros con criterio. A los 81’ Pellicer hace un cambio a la antigua usanza. Quita a Montero, central, y mete a Jauregi, delantero. Apuesta de riesgo.

El Cádiz supo sacar el paraguas con buena organización y un Diakité estelar que barrió la casa.El pressing del Málaga es absoluto. Un agobio descomunal. Centros y más centros que casi nunca encuentran un rematador. Y disparos sin ton ni son que se estrellaban una y otra vez en el muro cadista. Apenas un blando cabezazo de Jauregi a las manos de Aznar a los 93’ para sellar el triunfo cadista, que mira para arriba y aumentar las dudas del Málaga.

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