El Cádiz elige creer

El Cádiz y el cadismo eligen creer. Al menos durante tres días más. Los amarillos han vencido al Getafe (1-0) en un partido en el que fueron de más a menos y en el que acabaron sufriendo de lo lindo como dicta su ADN. Alcaraz, de penalti, hizo el único tanto de los de Pellegrino, que, aunque lo siguen teniendo complicado, salvan hoy el primer match-ball con esta victoria, antes de visitar al Sevilla en la jornada intersemanal.

Un jugador no puede cambiar por completo a un equipo. ¿O sí? Pellegrino sorprendió dando entrada a Roger. Los cadistas han echado mucho de menos al valenciano, al que justo le llegó la lesión cuando mejor estaba, y ante el Getafe revolucionó por completo al equipo. Igual era el impulso que necesitaban los amarillos porque el resto de los compañeros le acompañó al son. Los capitanes comparecieron en una rueda de prensa esta semana en la que afirmaron que iban a luchar los cuatro partidos que restaban para el final y todos parecieron tenerlo muy claro durante el partido.

El Cádiz salió con las ideas claras desde el inicio del partido, imprimiendo una fuerte presión en la salida de balón del Getafe y con la posesión, saliendo con rápidas y verticales transiciones. Roger, como decíamos antes, fue el que avivó las esperanzas amarillas, y si el Cádiz no marcó antes, fue por David Soria que desbarató dos oportunidades claras del valenciano y otra de Chris Ramos. El desequilibrio llegó en el 35′, con un claro (doble) penalti de Djené. El árbitro podía elegir ya que el central golpeó la pelota con una mano y además, impactó la otra en la cara de Chris Ramos. Alcaraz, el especialista de los amarillos desde los once metros, no falló con un fuerte disparo a la izquierda de la portería de Soria, que aunque acertó el lado, no pudo pararlo.

El Cádiz pudo aumentar su renta en la reanudación, en una falta de Javi Hernández que mandó Soria a córner, antes de que el Getafe se hiciera dueño del partido. Los de Pellegrino dieron un pasito atrás y los azulones lo aprovecharon con un punzante Greenwood en banda izquierda. Milla tuvo en sus botas la ocasión más claras de los visitantes, con un disparo colocado que se marchó cerca del palo. Antes hubo tiempo para una demostración de clinic defensivo de los centrales amarillos, despejando todo el peligro que llegó a su zona.

Al Cádiz le costaba un mundo salir con el balón controlado, en contraposición de su rival, que fue llegando más y con más peligro, con gol anulado incluido a Latasa, por claro fuera de juego. El público del Mirandilla se impacientaba con el paso de los minutos, como si se conocieran el final de una película que tantas veces ha terminado mal para los amarillos. Sin embargo, esta vez salió cara, con Ledesma salvando el empate en las dos últimas jugadas para continuar soñando con seguir en Primera. El Cádiz y todo el cadismo eligen creer... al menos de momento.

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