El Cacereño hace saltar la banca ante el Girona

EI Cacereño hizo historia a costa de un Girona que siempre fue a remolque y no supo ponerle verticalidad y pegada a su fútbol. Las tres categorías de diferencias entre ambos conjuntos no se detectaron y aunque ‘Taty’ Castellanos logró igualar el 0-1 de David Grande, el golazo de Iván Fernández hizo estallar al Príncipe Felipe. Nefasto regreso a la competición oficial de un Girona que finaliza aquí su recorrido en la Copa del Rey. Por otro lado, el Cacereño, de Segunda RFEF, mantiene intacto su sueño.

El mal estado del terreno de juego no puede ser excusa porque afectó a los dos equipos por igual. Eso sí, a los gerundenses se les puso todo demasiado cuesta arriba. Es cierto que mandaron con la posesión, pero faltó fortuna. En el 8′ se le anuló un tanto por fuera de juego a Castellanos que pudo cambiar el destino del duelo, pero el fútbol ficción no existe. Y en el 17′ llegó el primer golpe del Cacereño. Castigó un error en la salida de balón rojiblanca y David Grande aprovechó el regalo en forma de asistencia de Samu Manchón. El 0-1 no alteró al Girona, siguió tratando de jugar el balón y encontró el premio en el 30′. Esta vez sí, Castellanos.

Ya en la segunda mitad, el Cacereño fue a más y Míchel no tardó en sacar a Stuani, apareció en el 58′, y en su primer balón estuvo a punto de superar a un Iván Moreno que desvió a córner, con una parada portentosa, su disparo con la pierna derecha. Pero Cobos también agitó a su equipo e hizo apuestas ganadoras. Iván Fernández, a los tres minutos de pisar el césped, se inventó un golazo que puso en pie el Príncipe Felipe y noqueó al Girona. Los nervios se apoderaron entonces de los futbolistas rojiblancos y Oriol Romeu, en el 65′, casi se marca en propia puerta. Tras ello, cada intento gerundense se chocó con el muro impuesto por el Cacereño e incluso estuvo más cerca el 3-1 que el empate. Samu Manchón tuvo dos ocasiones inmejorables para marcar, la del 85′ se topó con el palo, y Arnau desvió, casi al final, un disparo de Iván Fernández. Con el final, éxtasis en Cáceres.