ATHLETIC 0-GETAFE 0

El Athletic se va a la Copa sin gol

Nuevo ejercicio de orden defensivo del Getafe ante un Athletic con muy poca producción en ataque. Los leones llegan llegan a la semifinal tras no marcar, como Osasuna

El Athletic se va a la Copa sin gol, con la sensación de vacío ante la meta contraria. Y lo necesita el martes ante Osasuna, porque si no, se le escapa la tercera final en estos cuatro años de baños de euforia. Es curioso, ambos llegarán a esa cita tras un empate a cero y un choque muy feo y aburrido. Un bodrio, vamos. Ese sabor amargo es bastante habitual entre muchos de los que se enfrentan al Getafe, un equipo con las ideas muy claras y un muro defensivo interminable. Atendiendo al martes, Valverde se guardó parte de su arsenal para la media hora final, pero no cambió el destino con esos matices. Vesga, Sancet, Nico Williams y Raúl García aparecieron para el abordaje definitivo, aunque ante un rival tan rocoso, aguerrido como pocos, ver que se va escapando la victoria metro a metro desespera hasta a las piedras.

Quique se ha dejado de músicas y ha apadrinado un hueso muy duro de roer. Cada jornada reclama un estricto ejercicio de resistencia. Cuando juegan, se celebra el día de la sobriedad. El rival podrá tener la posesión que quiera o le dejen, que difícilmente va a hacer daño con ella. Los leones pusieron corazón, llegaron una y otra vez a las inmediaciones del área getafense, pero su producción ofensiva fue muy escasa, solo contabilizaron un remate claro, de Yuri tras un córner, más el rechace posterior de Guruzeta. El Geta cuenta con violinistas, pero dejan el instrumento para picar piedra, lo tienen muy asumido, no se dedican a brillar, solo a que luzca el bloque, a ser solidarios en el plan defensivo, a blindar el área como cosacos. Nico Williams trataba de progresar, pero le venía el suyo y otra ayuda; si hacía magia y centraba, el destino del cuero tenía también a dos esperando. Y esto es lo que se van a encontrar en la vuelta de la semifinal de Copa ante Arrasate y los suyos.

El Athletic arrancó con salero. Los saques de esquina marcaron la pauta en los compases iniciales. En el minuto 15 apareció Yuri sin que ningún radar azulón lo detectase y remató de forma impecable. La paró de forma un tanto rudimentaria Soria, con el pecho, y el cuero se fue al poste, por donde merodeaba Guruzeta, que no pudo acertar con el rechace. Muniain era la levadura para que creciera el juego rojiblanco. Todo pasaba por sus botas, de cara a filtrar pases que hicieran avanzar en la confección del fútbol. Por eso le dedicaban marcas pegajosas y a veces sufría falta tras falta. Bueno había otro camino: Iglesias estaba de secante de Iñaki Williams y lo aprovechaba De Marcos desde atrás para maniobrar con metros, entre líneas. Por la izquierda, a Yuri le costaba más progresar. Berenguer lanzó en el minuto 36 a las manos de Soria, pero el partido ya alertaba de que necesitaba pico y pala.

A la media hora, el Athletic llevaba ocho saques de esquina y el equipo madrileño se estrenó en esa zona. Pero en el segundo lanzamiento, estuvieron a punto de liarla. Dani García perdió la vigilancia de Alderete en el centro de Munir y éste remató duro. Se lució Agirrezabala, metiendo bien las dos palmas de las manos, ante un balón que le llegó muy cercano. Los azulones poco a poco se fueron soltando y cargando el área con los tres puntas, y Maksimovic llegando desde segunda línea. Por ejemplo, este tuvo su rematito de cabeza justo antes del descanso. Ponían el balón en las inmediaciones del meta local, sin complicarse la vida, como conjunto de oficio que es, y el pulso de igualó mucho. La idea era centrar desde la banda o lanzar en largo a Ünal y Mayoral.

La lata estaba muy cerrada, no se abría ni con un taladro. Munir lanzó con la zurda cerca del poste de Agirrezabala en el 56′ tras una pérdida de Muniain. La segunda mitad perpetuó la sensación de los 45 minutos iniciales. Un choque trabado, en el que el Athletic atesoraba la posesión, pero sin grandes ocasiones. Faltaba continuidad y el ritmo era escasísimo. Valverde quiso menear el árbol a través de los cambios. Sacó a los internacionales Nico Williams y Sancet, este de la Sub-21, y a Vesga. El Getafe apretaba alto en jugadas que sacaba Agirrezabala, como tenían dos en medio, por tres los locales, cada vez que entraba en juego Muniain causaba cierta confusión en el superorden impuesto por Quique Sánchez Flores.

La media hora final elevó la intensidad local. Vivian volvió a realizar un ejercicio de concentración. Hasta se aventuró a un tiro lejano en busca de fortuna, algo que no alcanzó. Guruzeta trazó una tarde de desgaste, de aguantar la pelota y pelearse con los tres centrales, pero la tarde requería otra cosa, poner balones en un área superpoblada y rematar algo ante Soria. De ello debía encargarse Raúl García, pero no es tarea fácil ante el Getafe del autobús estacionado cerca de la línea de fondo propia. Este dio un paso atrás y Mayoral y Ünal se quedaron sin protagonismo. Quique quiso reconducirlo con Algobia, Aleñá y Portu. Nada más salir, Latasa tuvo un balón franco, pero le faltó decisión. El Athletic se preparaba para la oleada definitiva, pero se quedó en nada. Lo más bonito de la tarde fue la original manera de anunciar Sancet que renovaba por ocho años, con el micrófono ante una platea entre sorprendida y entusiasmada.

Cambios

Oihan Sancet (58', Alex Berenguer), Nico Williams (58', Oier Zarraga), Mikel Vesga (58', Dani García), Raúl García (68', Gorka Guruzeta), Portu (71', Damián Suárez), Ángel Algobia (72', Munir El Haddadi), Carles Aleñá (72', Nemanja Maksimovic), Ander Capa (81', Óscar De Marcos), Juanmi Latasa (81', Enes Ünal), Gonzalo Villar (85', Luis Milla)

Clasificación
Clasificación PT PJ PG PE PP
5 45 26 13 6 7
6 41 26 12 5 9
7 37 27 10 7 10
8 36 26 9 9 8
9 35 27 9 8 10
Clasificación PT PJ PG PE PP
12 33 27 9 6 12
13 31 27 8 7 12
14 30 27 7 9 11
15 28 27 6 10 11
16 28 27 8 4 15

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