El Alavés regresa a la buena senda

Un gol de Abde en el 75 sirvió para que el Alavés rompiera su mala racha de resultados en el mes de diciembre. A pesar de pasar en Copa, encadenó cuatro derrotas consecutivas y terminó el 2022 con la mosca detrás de la oreja. Ahora tiene 37 puntos, por 35 del Burgos que, en caso de empate al final de la temporada, le superará en el goal average particular ya que se impuso en El Plantío por 3 a 0. Aunque el choque era de Segunda, por momentos dio la sensación que parecía de la Liga Santander. Tensión, intensidad y un ritmo de locos.

La lluvia hizo acto de presencia en un estadio con un ambiente excepcional y 19.000 personas animando a sus respectivos equipos. De Burgos llegaron más de 2.000 y a primeras horas de la mañana ya se les veía deambulando por las calles del Casco Viejo y la zona del Ensanche. Cordialidad, buena convivencia y cohetes en los aledaños de Mendizorroza antes de comenzar el partido.

Sedlar y Sylla eran bajas en el Alavés pero el Burgos también llegaba con ausencias sensibles: Gaspar Campos, Bermejo, Javi Pérez y Andy. Otro que no viajó fue Berjón, que saldrá del equipo en el mercado de invierno. Duelo de equipos de la parte alta y sensación de igualdad y equilibrio antes de comenzar.

La primera mitad fue trepidante, con tarjetas, ocasiones y saques de esquina por doquier. Pero no se movió el marcador, se fueron al descanso con empate a 0. Sorprendió ver a Luis Rioja en la banda derecha en lugar de en la izquierda, lugar que ocupaba Alkain. La primera clara la tuvo el Burgos con un remate de cabeza de Mourad tras un gran servicio de Matos. Pero, a partir de ahí, el Alavés percutió más con ocasiones claras de Miguel, Alkain o Benavídez. Incluso Jon Guridi envió un balón a la parte alta del larguero. Los castellanos también tuvieron las suyas, como una de Córdoba que detuvo Sivera. De hecho, los dos porteros estuvieron muy afortunados. Realizaron paradas de mérito.

El primero en avisar tras la reanudación fue Luis Rioja, que volvió a encontrarse con un Caro muy inspirado. En el 76 el que no perdonó fue Abde Rebbach, un joven argelino que comenzó la temporada como un cohete pero que luego fue perdiendo protagonismo. En un equipo con poco gol, su aportación puede ser clave. A partir de ahí, los vitorianos supieron cerrar el resultado y se quedaron con los tres puntos. La principal ocasión castellana fue de Hernández (luego se vio que era fuera de juego) pero también Rober tuvo el 2 a 0. Y Sevilla y Miguel y casi Duarte. El colegiado se lio a sacar tarjetas pero nadie repitió y no hubo expulsados. Nueve y otra al banquillo visitante.