El Alavés humaniza al Elche

Primera derrota de la temporada para un Elche de Eder Sarabia que vio el partido desde un palco de la parte alta de Mendizorroza. Su segundo, Jon López, no pudo evitar la avalancha de un Deportivo Alavés que firmó el mejor partido de la era Coudet en Vitoria. Los albiazules cerraron el choque con 25 disparos a puerta y botaron 15 saques de esquina. El cuadro franjiverde legaba a su partido 800 en Primera.

Y eso que la puesta en escena fue bastante equilibrada. Los alicantinos demostraban el por qué de su clasificación con jugadores muy metidos como Febas y Germán, dos futbolistas con una magnifica capacidad de conducción de balón. Pero los de Coudet empezaron a apretar en la presión, salieron con verticalidad y solo se mostraron, una vez más, muy romos de cara al remate.

La tuvieron Boyé, Otto y Pablo Ibáñez. Se entraba muy bien por las bandas con Yusi y Calebe pero todos los remates se estrellaban con la defensa visitante. En el minuto 37 se realizó el primer cambio del partido. Carlos Vicente, extrañamente fuera del once inicial, entró en el campo por Calebe Gonçalves, que parece frágil físicamente a pesar de tener mucho talento. Algo parecido le ocurrió al Elche ya que Diang se lesionó y hubo que esperar al inicio de la segunda mitad para que entrara en el campo Neto.

El Elche se hizo con la batuta durante muchos minutos. pero el Glorioso, con cambios muy acertados, se soltó el pelo. En el 75, Álvaro Núñez cometió penalti por una mano y Carlos Vicente no perdonó. Minutos más tarde, a Toni Martínez le ocurrió de todo. Primero provocó la expulsión de Affengruber al ser el último atacante, luego marcó un golazo a la contra y, finalmente, tuvo que marcharse del partido por unas molestias musculares.

Cuando parecía que estaba todo ya decidido, llegó el tanto de Da Silva. El portugués lanzó un disparo seco a la portería de Sivera que el alicantino no acertó a despejar. En Las Rozas se revisó la jugada durante varios minutos pero acabó subiendo al marcador. Para rematar la tarde, una buena combinación cerca del área pequeña terminó con el gol de Lucas Boyé, un espartano de la delantera que merecía marcar. Su bautismo como albiazul. La ley del ex, siempre implacable.

Sarabia no paraba de gritar desesperado en el palco. Dio un golpe de rabia a la puerta y por poco la echa abajo. Vivió su primera derrota y realizó movimientos poco habituales. En la primera mitad jugó un par de minutos con diez hombres porque no quiso resolver la lesión de Diang con un ingreso inmediato. Esperó al descanso para no perder un turno de sustituciones. El que salió fue Neto, un futbolista que no le debió agradar mucho porque, en el último bloque de cambios, regresó al banquillo. El Alavés de Coudet ya tiene más puntos que el de Luis García en esta reciente travesía junto a los más grandes.

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