Eindhoven sigue siendo un paraíso para el Sevilla

EI Sevilla estará en los octavos de final de su Europa League a pesar de caer ante el PSV en su paraíso de Eindhoven. Los de Sampaoli fueron muy superiores durante todo el encuentro pero se complicaron en el tramo final cuando la relajación hizo acto de presencia. Esto y también que Van Nistelrooy estuvo mucho más acertado con sus cambios que el de Casilda, que dicho sea de paso, tampoco tenía mucho para elegir en el banquillo.

Si el plan del PSV era meterle el miedo en el cuerpo al Sevilla desde el inicio del partido, no le salió demasiado bien. Más allá de mostrarse algo más vivos en las disputas, los de Van Nistelrooy no tardaron en diluirse conforme los de Sampaoli se iban asentando sobre el césped. Óliver empezó a encontrar a Navas por la derecha y los centros del campeón del mundo metieron el miedo en el cuerpo a los locales. Telles tuvo una buena ocasión con una falta que se fue arriba por muy poco y Bryan también reclamó su cuota de protagonismo dejando internadas muy peligrosas cuando consiguió evitar las patadas de los defensores de un PSV que cada vez se sentía más impotente.

Dicha impotencia se trasladó a una grada que comenzó a protestarlo todo, incluidos los errores de los suyos, para culminar a la media hora del primer tiempo lanzando objetos al terreno de juego. Un hecho lamentable que, inexplicablemente, acabó con una amarilla para Acuña por retrasar un saque de banda desde un costado en el que le estaba cayendo de todo. Mientras, los más de 1.000 sevillistas que poblaban la grada visitante se lo pasaban en grande, puesto que el escaso sufrimiento permitía rememorar tiempos muy felices en este mismo escenario.

Sólo le entró el miedo en el cuerpo al Sevilla, o algo parecido, con alguna indecisión de Dmitrovic en un par de balones aéreos, pero la sangre no llegó al río y la primera parte murió con el Sevilla en el área rival y sin un disparo a puerta del PSV.

No varió demasiado el guión del encuentro en la segunda mitad. Al contrario, pareció ponerse aún más de cara para el Sevilla. En Nesyri no supo aprovechar la enésima pelea en banda de Bryan Gil y su disparo fue repelido por el meta local. Rakitic, por su parte, se topó con el larguero cuando lo tenía todo a favor para inaugurar el marcador para los suyos.

Con el paso de los minutos, el PSV se fue acercando con más claridad al área de Dmitrovic, pero tanto el portero serbio como sus defensas se las apañaban para desbaratar las ocasiones de los locales. Aunque cada vez eran más claras y fueron creciendo en número cuando llegaron los cambios. Sobre todo, a raíz de la entrada al césped de Fabio Silva.

De Jong estaba destinado a marcarle a su ex equipo y a falta de poco menos de un cuarto de hora para el final llegó el tanto que encendió a la grada. El drama para el Sevilla pudo ser aún mayor cinco minutos después, cuando De Jong volvió a batir a Dmitrovic aunque dicho tanto fue invalidado por un fuera de juego previo que cabreó aún más a los hinchas del PSV.

Tanto fue así, que en el descuento se produjo un hecho lamentable y que debe acarrear una dura sanción al PSV. Aunque las cámaras se afanaron por no mostrar imágenes del incidente, un hincha saltó desde la grada y llegó a agredir a Dmitrovic. Los jugadores del Sevilla hacían gestos que dejaban muy claro que querían abandonar el césped, pero Orsato optó por dar continuidad al partido, alargar el tiempo de descuento y permitir al PSV hacer un segundo gol que provocó un último minuto de nerviosismo, por suerte, sin consecuencias para el Sevilla.