Portu pide otra ronda para el Girona y Stuani invita

Si juntas el hambre con las ganas de comer te sale un Girona voraz. El conjunto gerundense demostró que su mal partido ante el Almería (0-0), en Liga, fue un accidente y en los primeros 26 minutos finiquitó la eliminatoria de Copa del Rey ante el Rayo Vallecano. Fue un duelo excesivamente desigual, sobre todo en la primeta mitad, entre dos equipos que van a un ritmo muy diferente. El Girona quiso seguir adelante en esta competición y atropelló a un bloque vallecano al que se le echó de menos gen competitivo. La zaga de Francisco se vio superada con facilidad por un bloque rojiblanco que tuvo en Portu a su percutor. El murciano brilló con dos asistencias y provocó el penalti que convirtió Stuani de Panenka. El charrúa, por su lado, sigue confirmándose como un ejecutor de excepción con un doblete. Blind, con el 3-0, sentenció un duelo al que quiso se sumó Nteka con el 3-1.

El Girona estará en cuartos de final de Copa (es la segunda vez en su historia; la primera fue en 2019) tras realizar un ejercicio de suficiencia. El bloque de Míchel no necesitó apretar el acelerador para dejar en la lona a un Rayo que encontró en Mumin a su punto débil. El central se deshizo ante Stuani y el penalti que cometió para el 2-0 acabó de demostrar a su equipo que iba a ser imposible salir vencedor de Montilivi. En 19 minutos, el Girona se puso 2-0 con un Stuani incontrolable. Mucho tiene que agradecerle a Portu, pero es que en Girona ya conocen de sobra esta sociedad: los Batman y Robin rojiblancos.

El Rayo, eso sí, no empezó del todo mal, pero es que Nteka mandó al limbo, en el minuto 4, una clara ocasión de gol. Y claro, mientras él perdonó, Stuani no. El charrúa se movió a la perfección dentro del área para firmar el 1-0, en el 14′. Este tanto fue un duro golpe para los de Francisco y el penalti del 2-0 fue insoportable. Portu leyó a la perfección el error de un Mumin que se lo llevó por delante. Figueroa Vázquez no dudó, no necesitó ningún tipo de ayuda por parte del VAR (ya activo en estos octavos de final) y Stuani, infalible desde el punto de penalti, rubricó su doblete. Tras el 2-0, el equipo de Francisco se colgó del palo para intentar aguantar el chaparrón, pero este Girona huele tanto a posible campeón de Liga como de Copa y fue a por más. Y encontró el 3-0. Portu dio su segunda asistencia del duelo y Blind marcó, constatando su momento dulce: tres goles en sus últimos cuatro encuentros.

El Girona necesitó solo 26 minutos para retratar al Rayo y fue entonces cuando levantó el pie del acelerador. El Rayo lo aprovechó para tirar de orgullo y mostrar pulsaciones. En el 35′ De Frutos remató, de cabeza, al palo y en la siguiente jugada, ante el error en la salida de balón de Solís, Nteka puso el 3-1. Los vallecanos crecieron un poco en el duelo, aunque antes del descanso la ocasión más clara la tuvo Portu. Pudo firmar el 4-1 y redondear una primera excelente para él, pero Martín lo evitó.

Tras el descanso, Míchel dio la alternativa al joven Antal (debutó con el primer equipo) y el Rayo, que no le quedaba otra, subió líneas. Se mostró, por lo menos, insistente y Nteka, en el minuto 64, pudo hacer el 3-2. Pero nada porque volvió a entretenerse demasiado en el remate y no superó a Juan Carlos. El Girona intentó bajar las pulsaciones al duelo y lo cierto es que en ningún momento pasó apuros. Cuando apareció Trejo, la Franja lució más, aunque fue una segunda mitad sin demasiada historia pese al tiro de Savinho al larguero en el 89′. Este Girona sigue en pleno vuelo y estará en cuartos de final. Cada vez está más cerca de hacer historia porque nunca ha sido capaz de alcanzar unas semifinales de Copa del Rey.

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