McBurnie se basta ante un combativo Europa

Una vez más, cogiéndole el gusto a lo que ya hizo ante el Ontiñena hace unas semanas, Las Palmas solventó con la solidez propia de su alcurnia otro engorro copero. Aquel rotundo 0-7 dio esta noche paso a una victoria por la mínima en la que, por mucha falta de brillantez en el juego que hubiera, al menos en muchas fases del duelo, tampoco es que estuviera en peligro.

La entidad insular supo imponerse al campo y a un ambiente propio de las grandes citas, envalentonada todo el rato la afición del Europa, que nunca dejó de animar. Se vio más espectáculo en la grada que en el césped sintético. Los muchachos de Diego Martínez sentenciaron en un segundo tiempo en el que, pese al empate local, no pasaron excesivos apuros para dominar un marcador que no fue más abultado por las excelentes prestaciones de Flere. A falta juego, ocasiones. Ante estas, el muro del portero del Europa.

Fuera o no lo esperado en un duelo con tantas connotaciones distintas a las de un partido ‘normal’, tampoco se notaron tanto las teóricas diferencias entre el Europa y Las Palmas, de 2ª RFEF el primero, triunfo el sábado en Montjuïc el segundo, al menos en los primeros minutos. La gélida noche barcelonesa no parecía hacer mella en el juego, muy intenso en esos compases iniciales, así todo el rato en las animosas gradas del Nou Sardenya.

No le quedaba más opción al Europa que cerrarse atrás una vez que los visitantes entraron en calor, lo cual no tardó en suceder, acaso esperando una contra redentora, mientras que Las Palmas debía tirar de paciencia para ir madurando el partido poco a poco. Lo normal era que las ocasiones fueran cayendo, como así sucedió. El primer tiro entre los tres palos del partido, sin apenas peligro, llegó al cuarto de hora por medio de Iván Gil, que disfrutaba de su primera titularidad con el equipo grancanario.

La voz cantante del ataque insular la llevaba Manu Fuster, quien dos veces se encontrara con Flere, auténtico sostén de su equipo en un primer acto en el que también le chafó el gol tanto a Marvin, que volvía a la acción tras unas cuantas semanas lesionado, como a McBurnie. El Europa solo podía aguantar el conato de asedio insular, que por poco no detona Gilbert con un cabezazo al filo del descanso.

Iván Gil

Precisamente de cabeza llegó el 0-1 cuando McBurnie aprovechó un estupendo centro de Iván Gil, primera titularidad y asistencia, para entrar con todo e inaugurar el marcador nada más reanudarse el partido tras el receso. Con todo perdido se envalentonó un poco más el Europa, que igualó el duelo siete minutos después, en el 55, por medio de Mahicas, que culminó una gran asistencia de Jordi Cano.

La hueste local hizo lo más difícil, así que solo le tocaba aguantar un rato más. Sin embargo, pequeños fallos de precisión le acabaron costando carísimo. Primero, Manu Fuster perdonó un 1x1 tras una pérdida de balón de Urbina y después, en el minuto 75, McBurnie completó su doblete tras batir con mucha elegancia a Flere, que pese a recibir dos goles fue, con diferencia, el mejor futbolista de su equipo. El ímpetu local no pudo desde entonces con la solidez de Las Palmas, que impuso su jerarquía para acabar solucionando un engorro copero en el que Oli McBurnie se bastó él solo.

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