Los penaltis salvan a un Málaga ramplón ante la Peña Deportiva

El Málaga se clasificó para la siguiente ronda de la Copa del Rey tras eliminar a la Peña Deportiva en los penaltis, en el partido disputado en el campo municipal de Santa Eulalia. Los peñistas merecieron el pase frente a un rival ramplón, sin ideas y que estuvo a punto de naufragar. Ton Ripoll falló la octava pena máxima y Lumor acertó para los malacitanos, que en 120 minutos de partido no pudieron con un rival de Segunda RFEF.

La Peña Deportiva fue superior al Málaga en la primera mitad. Más acostumbrada a jugar en su campo, de césped artificial, y apoyada en una entusiasta afición que no faltó a la histórica cita, dominó a un adversario dormido y fuera de sitio. Con apenas 120 segundos disputados Marc Fraile tuvo la primera para los isleños, con un disparo que repelió Reina. Minutos después fueron Fortes y Ton Ripoll los que probaron fortuna, pero sus golpeos se toparon con la muralla defensiva malacitana. En apenas cinco minutos, toda una lección de intensidad de la Peña ante un Málaga completamente desaparecido.

El equipo andaluz intentó despertar. Lo hizo tímidamente, con un remate de Cristian dentro del área que tocó Fortes para despejar a córner. Era el minuto 13. Fue todo un espejismo porque los peñistas volvieron a apretar. Tanto que rozaron el primer gol con un disparo desde 40 metros. Con Reina alejado de la portería, el centrocampista lo intentó y su chut se estrelló en el palo. El rechace le vino a Fraile, que no pudo ante un Reina que se agrandó para evitar le primero de los locales.

Pasada la media hora, un balón en largo de Cámara lo cazó Chema Moreno, que le ganó la espalda a unos centrales que parecían de vacaciones. En el mano a mano frente a Reina, el portero derribó al atacante. Penalti de libro a pesar de las protestas del cancerbero, que no vio tarjeta al no ser acción manifiesta de gol porque el balón salía hacia fuera. Cristeto fue a los once metros y marcó el 1-0, ante el delirio de grada, que estaba viendo un baño.

Pudo llegar el segundo de los peñistas en un jugadón de Roger Colomina por banda izquierda. El extremo robó el balón y llegó hasta la cocina, pero con todo a favor para marcar envió la pelota a las nubes en el minuto 35 del choque. Estaba perdonando el bloque ibicenco y lo iba a pagar caro. Porque en el único despiste de los baleares el Málaga logró el empate. Cuando se enfilaba el descanso, una acción de Cristian por banda izquierda la remató Fran Sol sin oposición. El atacante marcó de cabeza y se dirigió al banquillo, donde cogió una camiseta de su compañero Álex Gallar, cuya hija falleció recientemente. El público, respetuoso como ninguno, aplaudió el gesto en un emotivo momento que puso los pelos de punta a más de uno. Con el 1-1 se llegó al descanso. Un empate injusto puesto que la Peña debió irse por delante en el marcador.

Tan crudo lo debió ver Pepe Mel, entrenador del Málaga, que hizo un triple cambio para la segunda parte. Dejo fuera a Jozabed, Hervías y Rubén Castro, y dio entrada a Genaro, Dani Lorenzo y Pablo Chavarría. El decorado cambió y el conjunto andaluz empezó a dominar la posesión de la pelota, conteniendo así el ímpetu del bloque entrenado por Manolo González. Los malacitanos subieron la presión en la medular y las marcas fueron más fuertes, todo lo contrario que en el primer tiempo. Ya no era un paseo peñista y así el Málaga sufrió menos.

Aunque los visitantes tuvieron un nuevo susto. Ton Ripoll marcó, pero el colegiado, Moreno Aragón, dijo que lo hizo en fuera de juego, a pesar de las protestas de una grada muy enfadada con la decisión. El encuentro entró en un tramo de imprecisiones y ahí se manejó mejor la Peña, que sacó fuerzas para volver a ser incisiva cuando dominó la pelota. Tanto que otra vez la madera, esta vez el larguero, repelió un latigazo de Roger Colomina desde la frontal en el minuto 70. Nuevamente se salvaba el Málaga.

Los visitantes pudieron ponerse por delante en el tramo final, pero el chut de Dani Lorenzo abajo lo detuvo Frías en el minuto 85. Y al filo del descuento también tuvo otra clarísima ocasión Burgos para el Málaga, pero el gol no llegó. Después de tres minutos de descuento, el partido entró en la prórroga a pesar de la insistencia de los andaluces.

En la primera parte de la prórroga no pasó apenas nada. El cansancio se empezaba a notar en las piernas de los futbolistas del bloque ibicenco, frente a un conjunto visitante que siguió siendo muy poco ambicioso. En las filas locales se reclamó un posible penalti por una porfía de Christian Albert con Lumor, que acabó con el delantero peñista en el suelo. El árbitro no vio pena máxima.

Nadie quiso arriesgar en la segunda mitad de la prórroga y el encuentro se fue a los penaltis. Hasta el octavo lanzamiento no se resolvió la incógnita. Ton Ripoll falló para los peñistas y Lumor acertó el suyo para clasificar a los andaluces.