Las Palmas despertó a tiempo gracias a Moleiro

Tras un primer tiempo donde amasó posesión sin rédito alguno, Las Palmas puso el despertador a tiempo, ya en la segunda parte, despertándose así de un mal sueño de 45 minutos. De hecho, bien pudo el Manacor adelantarse tres veces en el marcador durante el primer acto de un partido del que se marcha con la cabeza más que alta. Todo ello con Rafa Nadal, leyenda entra leyendas del deporte mundial, como testigo tras haber hecho el saque de honor.

Los cambios agitaron a Las Palmas, que espabiló sobremanera con la entrada de Moleiro, que va ganando confianza poco a poco. Los tres goleadores se estrenaron y aliñan la competencia de una plantilla que anda sobrada de ella. Cristian Herrera, uno de los inéditos, se destapó con dos grandes asistencias. Ferrer, asistencia y primer gol. Al menos de momento, la Copa solo le da buenas noticias a Las Palmas.

Era lógico el tremendo ímpetu con el que afrontó el Manacor el inicio del partido. No tenía nada que perder y 90 minutos después solo le podía esperar la gloria, así que los futbolistas de Jaume Mut salieron con todo, acaso con más corazón que cabeza. Así, parecía cuestión que Las Palmas impusiera poco a poco la más que evidente diferencia de talento, con lo que poco empezó a mecer la pelota como tanto le gusta, con pases cortos.

Sin embargo, los baleares estaban tan bien plantados en el campo que Las Palmas apenas creó peligro en toda la primera parte. De hecho, la primera ocasión, que tampoco es que fuera tal, no la generó hasta el minuto 16, cuando Vecina estuvo al quite ante una peligrosa internada de Loiodice, el único titular indiscutible del equipo grancanario que hoy también lo fue.

Tampoco es que pasaran muchas cosas ni antes ni después, lo que solo beneficiaba al Manacor. De hecho, el equipo del pueblo de Rafa Nadal generó una trilogía de acciones de peligro, las únicas de la primera parte, que bien pudieron desnivelar el marcador. Primero, Sastre persiguió una pelota que, al despejarla Escandell, por poco no acabó dentro de su portería tras el mal despeje de Curbelo. En ese mismo córner, el propio Sastre mandó el balón muy cerca de la portería amarilla, que cerca estuvo de perforar Pareja de cabeza ante un atento Escandell, que debutaba con Las Palmas.

Lógica

La lógica se dejó ver por Manacor nada más reanudarse el partido, tras el descanso. Las Palmas seguía rozando el 80% de posesión de balón, pero ahora sí que estaba siendo incisiva. Solo se jugaba en campo balear, así que los goles eran cuestión de tiempo ante una formación local que nada podía reprocharse. Ni puede, ahora que todo acabó.

El encargado de horadar la roca manacorí fue Julián Araujo, ese lateral mejicano cedido por el Barça, que reventó la pelota en línea de fondo tras una gran asistencia de Cristian Herrera. Por aquel entonces ya estaba sobre el césped Alberto Moleiro, que entró en el descanso por el meritorio Yadam. El 10 de Las Palmas, por fin recuperado de su lesión muscular, puro nervio y regate sobre el césped, hizo el 0-2 tras una estupenda asistencia de Pau Ferrer, ese pibe del filial grancanario cada día con más pinta de plantilla profesional, con la que ya trabaja a diario. Precisamente, el propio Ferrer fue el encargado de cerrar el marcador con un perfecto remate al primer toque tras otra magnífica asistencia de Herrera, clave en la segunda parte. Moleiro, por cierto, no marcaba desde el 21 de mayo de 2022, al Oviedo.

Se esperó la UD para finiquitar el partido y quitarse este marrón de encima. Seguir en la Copa tampoco es que parezca motiva de gran celebración. “No tenemos equipo para dos partidos semanales”, dijo ayer Pimienta. Encima, el viernes recibe al Atlético. Esta madrugada regresa a Gran Canaria para comenzar una preparación del partido que no parece la apropiada. Cosas de esta Copa de todos que siempre enaltecen los mismos.

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