La Real se planta en semifinales sin despeinarse

El mes de febrero para la Real Sociedad va a tener más de una cita histórica. Los txuri-urdin no sólo se van a medir al PSG en los octavos de final de la Liga de Campeones, también van a luchar por estar en la final de la Copa del Rey. Tres años después de conquistar el torneo del KO, los donostiarras vuelven a estar entre los cuatro mejores. El billete a semifinales lo lograron por la vía rápida ante un rival que no compareció futbolísticamente en el partido que más ilusión había generado entre su afición desde que en Old Trafford se quedó a las puertas de una proeza europea.

El Celta había caído 72 horas antes en la Liga por 0-1 contra la Real y ese mismo resultado sólo tardó un minuto y diez segundos en regresar al marcador. Un gol que resume el despropósito de primer tiempo de los vigueses. Un saque de banda lanzado al área se empezó a envenenar para los locales con una patada al aire de Starfelt, de cabeza la sacó Carlos Domínguez para poner el balón en el pie de Mikel Merino. El Conde agradeció el regalo con un centro de lo más sencillo a Oyarzabal, que cabeceó a placer en el área pequeña. Un KO en tiempo récord.

Los pupilos de Imanol siguieron pasando el rodillo hasta el descanso y el Celta prácticamente no cruzó el centro del campo. Al dominio visitante sólo le faltaron ocasiones e Iván Villar únicamente se tuvo que emplear fondo en una acción a balón parado en la que tocaron el balón tres rivales de forma consecutiva dentro del área, el último de ellos André Silva. Las únicas highlights de los celestes las firmaba Iago Aspas con sus protestas al equipo arbitral desde el banquillo.

Estreno redondo

A base de coraje, de afouteza, el cuadro olívico descubrió a Remiro tras la reanudación, pero la reacción se quedó en un amago. Tres minutos después de que Rafa Benítez quemara su penúltimo cartucho dando entrada a Aspas, la Real marcó otro gol sin demasiada oposición. Brais Méndez lanzó en profundidad al surinamés Sheraldo Becker y el debutante arrancó desde su propio campo sin nadie por delante que evitara su mano a mano con Villar al que batió silbando.

Con el partido sentenciado quedaban algo más de 20 minutos por delante. El Celta los aprovechó para lavar un poco la cara. Pasó a dominar y Luca de la Torre le dio emoción al descuento. El estadounidense marcó en el 92′. El susto no fue a más para la Real. Imanol y sus muchachos vivirán un febrero mágico y el proyecto de Benítez, con la imagen del técnico muy dañada tras este partido, regresa a su cruda realidad en la Liga.

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