El Girona despierta como un campeón de la pesadilla de Orihuela

El Girona, equipo de las siete vidas por las veces que ha remontado, y ganado, en Liga debe sumar una más a su hoja de ruta esta temporada. El Orihuela, equipo de Segunda RFEF, le achuchó tanto que al descanso se marchó con un 2-1 en el marcador. Pablo Torre hizo el 0-1, pero le dieron la vuelta Mendi y Booker. Durante 21 minutos se vio el bloque de Míchel por detrás en el marcador, aunque la aparición de Miguel, Yan Couto y Savinho fue demasiado para los locales. Stuani se puso el equipo a la espalda y con un doblete colocó el 2-3. El encuentro, entonces, se le hizo eterno al bloque escorpión y se fue con un 2-5 en contra tras los tantos de Portu y Valery.

El Orihuela llegó a soñar con emular al Real Madrid, único equipo que ha ganado al Girona esta temporada, pero fue un espejismo. Los locales empezaron el duelo aturullados y los de Míchel lo aprovecharon para colgarles del palo. Almena fue un incordio por la banda derecha y, en el 7′, sacó una asistencia para que Pablo Torre empezase a reivindicarse. Gol del mediocentro, que quiere convencer a Míchel que merece más minutos en Liga. El 0-1 calmó al Girona y sirvió para despertar a un Orihuela que se dispuso a dejar al rival mover el balón a su antojo y, al mínimo error, salir a la contra. Los de Míchel, con un juego pausado, aseado y certero fueron mostrándose en el área rival y, en el 21′, llegó la polémica. Portu pidió penalti de Mendi pero el colegiado Busquets Ferrer, bien situado, no lo señaló. El central del Orihuela se la jugó al ir al corte y, aunque señaló que había tocado el balón, la acción dejó muchas dudas. No hay VAR en estas rondas de Copa, así que sigan sigan. Portu lo tenía clarísimo, penalti, pero el árbitro no lo consideró.

Lo cierto es que el Girona fue quien dejó crecer al Orihuela en el partido porque su defensa no acabó de mostrarse solvente y entonces las acciones, cada vez más peligrosas, se sucedieron. En el 24′ avisó Camacho y tres minutos después llegó el 1-1. Mendi aprovechó una buena falta servida por Armando para volar por encima de Kebe y superar, de cabeza, a Fuidias. La euforia se desató en Los Arcos y las dudas aparecieron en un Girona que se fue diluyendo hasta el punto que se marchó al descanso por detrás en el marcador. Fuidias tuvo que volver a lucir, esta vez ante Salinas, y no pudo hacer nada para evitar el 2-1. De nuevo a balón parado y de cabeza, el Orihuela atizó. Booker se adelantó a toda la zaga gerundense e hizo que el descanso fuese una fiesta en el feudo del club escorpión.

Ya en la segunda mitad, el Girona siguió dominando la posesión, pero ya no se le veía tan cómodo en Los Arcos. También porque el Orihuela se vio fuerte y capaz de alcanzar su sueño de eliminar a un Primera. Por ello, en el 58′, Míchel quiso dejarse de inventos y puso sobre el terreno de juego a pesos pesados: Miguel, Yan Couto y Savinho. Y causa-efecto porque, en el 66′, Stuani hizo el 2-2. Pablo Torre filtró un balón excelente a Valery que, con la cabeza, asistió a un delantero uruguayo que no falló. El Girona ya iba lanzado a por la remontada y vaya sí lo hizo, con Miguel en plan estelar. Dio dos asistencias, a Stuani y Portu, y el Girona, en un visto y no visto, desnudó al Orihuela. Los últimos minutos fueron un suplicio para los locales, exhaustos y Valery selló el encuentro con el 2-5. Quizás demasiado castigo para el Orihuela, pero es que este Girona es una apisonadora. Quiere la Copa.

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