El Burgos se da la primera alegría fuera ante un Hércules peleón

Otra ronda para el Burgos. El equipo de Bolo enterró ante el Hércules su pesadilla lejos de El Plantío, donde sólo conocía la derrota. Fue en la Copa donde el peor visitante de Segunda encontró un soplo de aire fresco, un leve respiro porque enfrente había un rival de Segunda RFEF. Aún así, el Burgos tuvo que trabajarse el pase porque el equipo de Torrecilla vendió cara su piel. Sólo la pegada y la calidad del equipo de superior categoría desniveló una balanza que estuvo igualada hasta la segunda parte. A pesar de la victoria, Bolo lamentó las lesiones de Saveljich y Appin.

Prometían cambios Torrecilla y Bolo en la previa y cumplieron con su palabra. Siete novedades introdujo el Hércules. La revolución del Burgos fue total con diez cambios. Sólo repitió Grego respecto al choque del pasado lunes. El Hércules, espoleado por su grada, saltó mejor al campo. En los primeros minutos, no se notó la diferencia de categoría. Todos los argumentos que han llevado a los alicantinos a pelear por el liderato en Segunda RFEF los mostró ante el Burgos en su puesta en escena.

Fruto del dominio y la intensidad, Míchel tuvo el primer gol del choque tras un disparo que tocó en el larguero después de que el balón golpease en un jugador del equipo visitante. El rechace le cayó a Alvarito en la cabeza, pero Badiashile despejó a córner. La ocasión despertó al Burgos. La entrada de Appin, en lugar del lesionado Saveljich, también fue decisiva para que el equipo de Bolo diese un paso al frente. En una acción por la izquierda, Fer Niño recibió el balón en el área pequeña y después de una gran maniobra marcó con calidad. La diferencia de categoría de unos y otros quedaba patente en jugadas como la del gol.

El Hércules no se rindió y fue a por el empate. Manejó la pelota con criterio, sin complejos y robando en zonas peligrosas. Jean Paul tuvo la igualada, pero se perdió en regates. Poco después, llegó el empate con un centro del francés que golpeó en Miki y cambió por completo la trayectoria del balón, despistando a Badiashile. El empate hacía justicia.

La segunda parte fue otra historia. El Hércules perdió la energía justo cuando la calidad y la pegada del Burgos aparecieron. Una pérdida de Míchel provocó el 1-2. López Pinto aprovechó el regalo para fusilar a Cendón. El gol sentenció a un Hércules que solo estuvo dentro del partido porque Andy y Espiau fallaron dos ocasiones claras para poner más tierra de por medio. Pese a todo, el Hércules murió en el área rival y se llevó la ovación de su gente por plantarle cara a un rival de Segunda.

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