El Alavés elimina a un Real Valladolid con 10

El Deportivo Alavés se convirtió en uno de los pocos supervivientes en Copa del Rey militantes en la Segunda División después de dar cuenta de un Real Valladolid combativo, que disputó 85 minutos con un hombre menos, aunque no le bastó con la brega para poner en verdaderos problemas a su rival, que, al contrario que los pucelanos, supo aprovechar una de las ocasiones de que dispuso, la más tempranera, para ponerse por delante.

Apenas cinco minutos tardó en desequilibrarse la balanza, con la acción absurda de un profesional con la experiencia de Feddal, que se llevó la mano a la sien mientras protestaba al colegiado, que lo vio y no dudó en mostrarle la tarjeta roja, justo a continuación de una amarilla previa. Con la concatenación de protestas, casi no le dio tiempo al Pucela a recomponerse: rápido, una buena combinación alavesista en la frontal, terminó con el tanto de Mamadou Sylla.

Después de unos primeros compases de lógico desconcierto, en los que el cuero fue local, los blanquivioletas se recompusieron y trataron de progresar a través del balón, que habían intentado dominar desde el principio. Aunque Arroyo amenazó con hacer el segundo en una buena aparición en campo rival, la réplica fue más peligrosa si cabe, con una carrera de Lucas Rosa, que la puso atrás para la aparición de Plata, cuyo remate se marchó fuera por poco.

Fue la primera de las varias intentonas del ecuatoriano, muy activo en la primera mitad, aunque no siempre acertado. Si bien la posesión se la repartían los dos planteles, el Real Valladolid parecía llegar con más decisión, y así, Weissman tuvo otro disparo que Owono despeó bien abajo. Con ello, los de Pacheta demostraron no perderle la cara al partido, a pesar de que por el camino tuvieran que variar el plan y renunciar a un atacante, al entrar Torres en el lugar de Narváez.

En los primeros compases del segundo periodo el Alavés pudo dejar la eliminatoria resuelta, ya que los zagueros visitantes sacaron dos acciones casi en la línea. Primero, Abde picó ante Asenjo de tal manera que solo Torres pudo evitar el tanto cuando el balón iba manso, quizás, hacia las mallas. Más claro fue el remate de Sylla, que sí que se iba inexorablemente hacia adentro, hasta que Javi Sánchez lo despejó apartando el peligro de la portería.

Con espacios, el cuadro de Luis García Plaza se crecía y Sylla, de nuevo, pudo marcar, aunque su siguiente tiro se marchó ligeramente desviado cuando Mendizorroza ya casi festejaba el gol. Pacheta no se conformó y movió el banquillo, a riesgo de que esos espacios que buscaba el Alavés se acrecentasen, e introdujo varias permutas para reactivarse arriba, donde, con el tiempo, había ido desapareciendo. Kenedy pegó algún tímido arreón, pero deslabazado, y, a la postre, no fue suficiente ni tan siquiera para hacer sufrir al Alavés, que tiró de titulares para abrochar la eliminatoria y para terminar de dar una alegría a su afición, con todo, merecida.