Del tractor a la Champions

Un jueves normal del mes noviembre, seis de la tarde. Manu aparca el tractor con el que ha arado desde después de comer (por la mañana ha colaborado en la instalación de unos campos de césped artificial del Ayuntamiento). Tomás llena de gasoil el depósito del camión con el que ha estado repartiendo por toda Extremadura todo el día para que esté listo para mañana. Rubén pone el último ladrillo y recoge los bártulos tras una dura jornada en la obra. Parejo descansa en su apartamento en una lujosa zona de Valencia. Kiko Femenía ayuda a su pareja Elena en el cuidado de su hija recién nacida, Francesca. Gerard acude al fisio para recuperarse de su lesión. Los tres primeros se disponen a llenar la bolsa de botas, ropa deportiva y, sobre todo, ilusión para empezar su entrenamiento a las 20:30 de la tarde. Los otros tres, disfrutarán en breve de una cena rica en proteínas antes del merecido descanso.

Son seis futbolistas, en las antípodas en su día a día, pero que confluirán hoy, en un estadio histórico, el Francisco de la Hera de Almendralejo, a las 21:00 horas, en un partido de la primera ronda de la Copa del Rey. Santa Amalia y Villarreal (sigue el encuentro en directo en As.com). Por una vez, Vila-real no será el pueblo pequeño. Santa Amalia no llega a 4.000 habitantes y su equipo de fútbol juega en primera extremeña, es decir, seis categorías por debajo de un Submarino que el año pasado fue uno de los cuatro mejores equipos de la Champions.

No es una escena novedosa en estos casos. El humilde se convierte en Cenicienta por un día para recibir a un grande. Sí lo es, por ejemplo, que 15 de los 20 jugadores de la plantilla sean nacidos en una pequeña localidad de 3.900 habitantes que vive por y para el tomate y que absolutamente todos compaginen trabajo y fútbol: recolectores de fruta, un albañil, podadores, un pizzero, agentes de seguros, camioneros, trabajadores en fábricas de la zona… “Cuando empiezas en el mundo laboral te da mucha pereza ducharte e ir a entrenar por la noche, pero luego coges el hábito y lo haces cada día con ilusión… Y ahora hemos tenido la suerte de que te llegue un premio como este… Estamos dando saltos desde que salió el sorteo”, comenta a AS Manu, que lleva desde benjamines jugando en el equipo de su pueblo.

El Santa Amalia es líder de su grupo y llega con cinco victorias seguidas, el Villarreal con un Setién cuestionado, justo con el oxígeno que le dio la victoria contra el Espanyol. No obstante, la sideral distancia entre categorías debe decantar la balanza para los amarillos. Una derrota en Almendralejo sería una hecatombe. “Lo sentiría por Setién, que es un gran entrenador, pero para nosotros sería lo máximo”, comenta Manuel Agudo, entrenador del Santa Amalia, que atiende a AS mientras corta las imágenes del Villarreal para enseñar a sus jugadores en la charla previa. “Nosotros somos un equipo totalmente amateur pero hoy viviremos por un día como profesionales aunque algunos hayan tenido que pedir el día libre porque también trabajan el fin de semana”, señala. El Santa Amalia se concentrará en un hotel, dará un paseo previo, comerá y descansará antes de dirigirse al Francisco de la Hera para jugar el partido, más o menos como el Villarreal. “No tenemos miedo y saldremos a ganar. Estamos muy centrados en lo que tenemos que hacer. Es verdad que esta semana los medios han alterado nuestra normalidad pero estamos focalizados en el partido. No he escuchado ni una conversación de los jugadores en la que estén pendiente de cambiar la camiseta con uno u otro jugador del Villarreal”, recalca.

Será un día totalmente atípico para todos los jugadores menos para uno. Jesús Rubio también juega en el Santa Amalia. Tras formarse en las categorías inferiores del Villarreal (coincidió con Bruno Soriano, Xisco Nadal, Jonathan Pereira…), desarrolló toda su carrera en Segunda B y Segunda (Recreativo de Huelva). Este verano se retiró y volvió a su tierra. Le convencieron para que volviera con el acicate de un buen proyecto y, sobre todo, de la Copa del Rey. Lo hizo y dio en el clavo. “Entre que me picaba el gusanillo y que cogí cuatro o cinco kilos decidí volver… Y mira, ahora ya podré decir que he jugado contra otro Primera como ya hice ante el Valencia o el Sevilla hace años”, rememora.

Santa Amalia se quedará vacía

Al margen de lo eminentemente deportivo, en los despachos del Santa Amalia no se ha parado de trabajar desde que supieron que les visitaría el Villarreal. Su presidente, Cándido Calle, y su vicepresidente, Manuel Jesús González, se han desdoblado para que el partido sea una fiesta. “Desde el primer momento supimos que en Santa Amalia no se podía jugar. Era imposible adecuar el campo. Una vez nos confirmaron que jugaríamos en el Francisco de la Hera, el objetivo era que la mayor parte del pueblo estuviera allí. Ya hemos vendido 2.000 entradas de gente del pueblo y no llegamos ni a 4.000 habitantes…”, comenta el presidente quien reconoce que “con la taquilla que hagamos cerramos el presupuesto del año”. “El objetivo es que se llenen los 11.000 asientos”, asegura el técnico Manuel Agudo. “En la zona no hay fútbol de Primera y siempre es un aliciente. Si conseguimos que vengan 8.000 aficionados será todo un éxito”, comenta, algo más realista, el presidente.