COPA AMÉRICA 2024

Messi-Vinicius, pasado contra futuro

Estados Unidos abre sus puertas a una de las ediciones más especiales de la Copa América. Argentina contra Brasil, Messi frente a Vini, pasado contra futuro.

Los Ángeles (EE UU)
RAFAEL RIBEIRO/CBF

Estados Unidos abre sus puertas a una de las ediciones más especiales de la Copa América. Casi una década después, el torneo más importante de Sudamérica vuelve al norte del continente en un momento clave en su historia. En el ocaso de una leyenda como Messi y el albor de otra como Vinicius Junior, el mejor jugador de la historia frente a uno que comienza a escribir la suya. El pasado contra el futuro. Welcome to America.

CARL DE SOUZAAFP

El cambio de régimen está cerca. Argentina llega como gran favorita a un torneo que se le dio especialmente bien en su última edición. Con el ‘Maracanazo’ de 2021 como el punto de partida de la mejor etapa de la historia de la Albiceleste, a la campeona del mundo y de la Finalissima solo le queda un reto, emular a la España de Luis Aragonés y Vicente Del Bosque en el glorioso ciclo de la triple corona (Eurocopa - Mundial - Eurocopa). Enfrente, y para aguar la fiesta, la Brasil de Vinicius Junior, estrella internacional tras liderar al Madrid en el camino de la 15. Firme candidato al Balón de Oro, el siete toma el testigo de Neymar para ser la máxima referencia de la nueva Canarinha.

Qué mejor manera para una despedida que dejarla con el broche de oro. La Copa América 2024 será el inicio del fin (retirada programada) de Messi. El argentino, afincado en Estados Unidos desde el verano pasado, lanza sus últimas carreras en el verde. Los años han pasado por sus piernas y, a sus 36 años, todo hace indicar que esta será su última participación en el torneo con Argentina. Pero el espíritu de revancha ocupa el ojo del diez. El destino, caprichoso, decidió que el desenlace fuera en el mismo lugar donde todo cambió. El lugar donde el mejor de siempre descendió al infierno antes de, por fin, dejar su huella en la historia. Forjar su historia.

Caída al infierno y penitencia

Mientras que el Maracanazo de 2021 fue el comienzo de algo único, el Centenariazo de 2016 fue el de una pesadilla. En la conmemoración del siglo de vida de la competición (1916-2016), la Conmebol celebró la edición por primera vez fuera de tierras sudamericanas, en Estados Unidos. En ese momento, Argentina llegaba moralmente tocada tras perder de forma consecutiva en la final del Mundial de 2014 y la Copa América 2015. Una victoria era más que necesaria, pero nada salió como se esperaba. En una tanda de penaltis decisiva, donde se crean los héroes, y ante su otro rival histórico, Chile, Messi tocó fondo.

JASON SZENESEFE

Messi fue declarado ‘persona non grata’ en su tierra. La crítica cruzó el Rubicón. Fue tan feroz que al final el diez no pudo más. Messi se retiró de la Selección. “Creo que ya está. Para mí la Selección ya se terminó. La peleé mucho, intenté muchas veces ser campeón con Argentina. Son cuatro finales y no pude ganarlas. Hice todo lo posible. Me duele más que a ninguno pero es evidente que no es para mí. Deseaba más que ninguno un título con la Selección y lamentablemente no se me dio”, llegó a decir tras perder su tercera final consecutiva.

Mientras la sombra de Maradona apagaba al mejor jugador del mundo, en Brasil un Vini Jr. de apenas 16 años sufría con su selección. Una Canarinha sin Neymar ‘se la pegó’ en fase de grupos, donde Perú y Ecuador clavaron el último clavo en el ataúd de Dunga. Tras una larga espera, Brasil vuelve a ilusionarse otra vez con el ‘futebol’. Casi diez años después, el presente en uno y otro lado es diferente. Messi al fin sonríe, el derrotismo ha pasado a otra vida, y Vinicius busca crear su propia leyenda en el país donde se inventan.

Messi contra Vinicius

Pasado contra futuro. Argentina contra Brasil. Vidas paralelas acompañan a uno y otro lado. Mientras Argentina vive el ciclo más importante de su historia, más al norte comienza una revolución con acento paulista. Las comparaciones son odiosas. Si a principios de siglo Brasil se reía de Argentina, ahora los sureños se cobran su venganza. El varapalo con la era Tite aún resuena en el país. Tras bochorno de la Copa del Mundo, aunado al ridículo hecho en el ‘caso Ancelotti’, Brasil necesita desesperadamente una alegría. Sin Neymar, Vinicius es el abanderado de la nueva generación, la generación que sufrió en casa el Mundial de 2014 y todos los sinsabores posteriores. El niño que creció con un sueño en las favelas de Porto do Rosauna, São Paulo, ahora es el ídolo de los más pequeños. Símbolo de la lucha antirracista, mejor jugador del mundo para muchos, ya son otros los que intentarán emularle en el futuro.

CARL DE SOUZAAFP

Di María y potencialmente Messi jugarán la última Copa América de su carrera, y puede que la última gran competición con la Albiceleste. El diez ha coqueteado en varias ocasiones con la retirada tras más de dos décadas defiendo los colores de la celeste y blanca. Los años ya pesan y sus piernas ya no aguantan como antes. A pesar de vivir una segunda juventud en la MLS, el fin está cerca. Ídolo de todo el vestuario en la ‘Scaloneta’, la conjura de Miami quiere dejar a Messi en lo más alto del fútbol internacional, se retire o aguante hasta el Mundial 2026.

Argentina y Brasil solo se verán las caras en una hipotética final. Antes no. Primero deberán pasar fase por fase, trabajo por trabajo, partido a partido si quieren volver a verse las caras en un nuevo desenlace. El Clásico de las Américas será el punto y final de la historia de la vieja guardia argentina. Di María, Otamendi y Messi contra el futuro de Sudamérica, Rodrygo, Militão y Vinicius. El ocho veces campeón del Balón de Oro contra el aspirante. Estados Unidos y el mundo serán testigos de una de las Copa Américas más únicas de los últimos tiempos.

El camino al éxtasis

Estados Unidos, tierra de los sueños y las oportunidades, la fábrica de los héroes modernos y del espectáculo internacional, es el escenario escogido para vivir casi cuatro semanas de fútbol al máximo nivel. Partidos de costa a costa, de norte a sur, de ciudad en ciudad, la Copa América justificará una fiesta multicultural sin precedentes en el país. Estados Unidos concentrará a todos los pueblos del continente en uno de los países más modernos del mundo. A los casi 70 millones de ciudadanos de origen latino se le unirá un éxodo masivo a la region. De momento la Conmebol ya anunció la venta de más de un millón de entradas para la competencia, desde la fase de grupos hasta la final del próximo 14 de julio.

DanielPiris Daniel Piris(EPA) EFE

Va a ser la Copa América del mundo”, dijo Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, a finales del año pasado. Razón no le falta. La de 2024 será la Copa América más ambiciosa de la historia de la federación sudamericana. Más de 70.000 personas de diversas nacionalidades trabajan a tiempo completo para que esta edición sea un antes y un después en la federación sudamericana. La infraestructura que la Conmebol ha puesto en marcha supera con creces lo visto anteriormente en otros años, incluyendo la edición del Centenario de 2016.

El Mercedes-Benz Stadium de Atlanta dará el pistoletazo de salida a 25 días de fútbol frenético. 14 estadios repartidos en 14 ciudades diferentes entres nueve estados serán los escenarios escogidos para celebrar la fiesta del fútbol. Desde los más históricos, como el MetLife Stadium de New Jersey (1976), hasta los más modernos del mundo, con la joya de la corona, el SoFi Stadium de Los Ángeles (2020) (estadio que ‘inspiró’ al nuevo Bernabéu) como teatro escogido para conocer al sucesor de Argentina.

Las ‘otras’ aspirantes

La Albiceleste y la Canarinha duopolizan todas las quinielas para la Copa América, con la primera siendo la gran favorita. Ya sea por nombres propios o por nivel, ambos combinados están a años luz del resto. Julián Álvarez, Lautaro Martínez, Enzo Fernández o Alexis Mac Allister, por un lado. O Endrick, Raphinha, Bruno Guimarães o Lucas Paquetá, por el otro. Jugadores que serían titulares indiscutible en cualquier equipo del Viejo Continente y en casi todas las selecciones de primer escalón. Sin embargo, las Eliminatorias Sudamericanas y los últimos torneos internacionales han demostrado que nunca se debe menospreciar el fútbol latinoamericano. Por mucho que le pese a Mbappé, en Sudamérica hay nivel.

PABLO PORCIUNCULAAFP

La Uruguay de Federico Valverde se postula como la candidata en caso que Argentina y Brasil fallen. Marcelo Bielsa es el nuevo gran almirante al otro lado del río la Plata. El ‘Loco’ lidera el proceso de regeneración de la Celeste. Tas la generación dorada encabeza por Luis Suárez, Godín y Cavani, dos de ellos ya se han retirado de la selección, Uruguay busca a sus nuevas cabezas visibles. El ‘Pajarito’ es por méritos el nuevo líder del vestuario, pero necesita acompañantes. Junto a Giménez, Araújo, Darwin Núñez o Ugarte, Uruguay deja su candidatura al título.

Más atrás ya están las grandes sorpresas, selecciones en plena revolución, con nombres de gran calidad, pero sin experiencia internacional. La Ecuador del español Félix Sánchez Bas cuenta en sus filas con jugadores como Moisés Caicedo (traspaso más caro de la historia de la Premier), Piero Hincapie (apuesta de Xabi Alonso en el Leverkusen campeón de la Bundesliga) o, la gran esperanza del país, Kendry Páez (el ‘Endrick’ ecuatoriano). Más al sur, Paraguay renace de sus cenizas con una camada que promete. Con Miguel Almirón y Omar Alderete, viejo conocido de LaLiga, como líderes, la esperanza de la Albirroja se depositará en las nueva generación, encabeza por Julio César Enciso.

RODRIGO BUENDIAAFP

La zona Concacaf vive una crisis a nivel de resultados. A pesar de contar con varias estrellas internacionales, Canadá (Alphonso Davies, Jonathan David o Tajon Buchanan), Estados Unidos (Christian Pulisic, Weston McKennie o Yunus Musah) y México (Santiago Giménez, Edson Álvarez y César Montes) no han logrado cumplir con las expectativas en cuanto a torneos fuera de su territorio se refiere. Los estadounidenses, que han dominado con puño de hierro la Copa Oro y la Nations League, juegan en casa y esperan que la Copa América incentive una cultura futbolística que ha empezado a crecer con la llegada de Leo Messi a Florida.

Estados Unidos, la casa del fútbol

Todo está listo en Estados Unidos. La nación asume uno de los mayores retos de su vida reciente. El mercado más atractivo del mundo, todos los equipos europeos quieren ‘veranear’ en sus ciudades. La cultura del consumo abre una ventana más, la más lucrativa a nivel económico, a una industria en crecimiento exponencial desde la pandemia. Mientras el mundo paraba, el fútbol no lo hacía, alcanzaba otro nivel.

La US Soccer (federación de fútbol de Estados Unidos) y la MLS apuestan en firme por el deporte rey. Aunque sea un deporte de minorías en el país, la llegada de Messi a Miami cambió el panorama. El ‘fenómeno Inter Miami’ con la ‘Messimanía’ arrasa allá por donde va. Messi es global, pero en Estado Unidos falta dar un paso más. Ahora es el momento de evolucionar para poder codearse de tú a tú con la NBA y la NFL, los reyes del país.

La Copa América marca el inicio de una agenda cargada de fútbol en el país, pasando después por el Mundial de Clubes del próximo verano hasta el Mundial de 2026, la gran apuesta de la FIFA. El torneo que decidirá al nuevo rey de Sudamérica dará el pistoletazo de salida a un calendario de 759 días de fútbol (inicio de la Copa América hasta la final del Mundial 2026). Casi mil días separan a una cita de otra. Una espera, larga para muchos y corta para otros, que comienza hoy, por fin. The Copa América is coming home.

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