Xavi sigue sobre la pista

Xavi sigue una pista hace año y medio. Este verano, en la gira por Estados Unidos, le dijo a sus jugadores en uno de esos suaves y calurosos entrenamientos en el Memorial Coliseum de Los Ángeles, que ganar la Champions era posible y que el mejor ejemplo era el Inter, que había estado a punto de tumbar al Manchester City en la final de Estambul después de haber tumbado en la primera fase al Barça (1-0 y 3-3), simplemente por jugar con más cabeza los momentos importantes de esos dos partidos de la primera fase.

El Barça estuvo soberbio en París por muchas razones. En la pizarra, Xavi neutralizó a Mbappé (excelentes Koundé y Araújo), atacó bien los espacios (Cancelo y Raphinha ofrecen mucho en la izquierda) y supo encontrar ciertos puntos débiles del PSG. Sus figuras, además, demostraron jerarquía. El brasileño proclamó en Europa que tiene nivel Champions; Lewandowski dio un clínic de cómo manejar los tiempos de un partido grande; y Pedri, qué felicidad, al fin frotó la lámpara. Pero, especialmente, el Barça logró al fin mantenerse en pie y no derretirse cuando el PSG se puso 2-1 en el marcador. Raphinha y Christensen mandaron anoche el recuerdo reciente de las noches negras europeas al infierno. El Barça no tiene hechas las semifinales, pero Xavi sigue sobre la pista.