REAL MADRID

Valverde vuelve al origen

El Halcón ya ha jugado más partidos como mediocentro que como extremo esta temporada. Ante el City brilló en su labor de cortocircuitar la conexión Haaland-De Bruyne.

Julio MunozEFE

En una sola temporada, Valverde ha mostrado dos caras y las dos son indiscutibles para Ancelotti. Cuando amanecía la campaña, Fede arrancó como un ciclón. De falso extremo derecho mostró su versión más desbocada, con un cañón en la pierna que pronto dejó en anécdota la famosa apuesta de los diez goles con Carletto: ante el Celtic, el 2 de noviembre, marcó su octavo tanto. Una demarcación heredada de su sensacional final de temporada anterior, con la Decimocuarta como broche. “Es un futbolista muy completo que ha mostrado que puede jugar en banda con una interpretación de la posición muy buena. Nos ha ayudado mucho, mete mucha energía y nos permite ser más intensos en los partidos”. Así desgranaba Ancelotti el porqué de su reubicación. No obstante, a medida que el curso ha ido avanzando, Valverde ha dado un paso atrás para volver a sus orígenes, a su kilómetro cero.

El Halcón ha regresado a la sala de máquinas, al rol que, hasta su reconversión reciente, siempre había ocupado. Si Kroos y Modric le cerraban la puerta de la titularidad en el centro del campo, ahora son sus compañeros en la zona media. Toni como pivote, con Fede a la derecha y Luka a la izquierda. La receta de la remontada al Barça en Copa, de la eliminatoria contra el Chelsea y también del primer asalto contra el Manchester City. De hecho, Valverde ya ha disputado más partidos como mediocentro esta temporada (28) que en banda derecha (23). El último, contra los citizens, donde estuvo excelente en un papel quizá menos resultón, pero tanto o más necesario que su versión desenfrenada.

Valverde pelea un balón con Rodri. Rodrigo JiménezEFE

Quien sí se percató fue Pep Guardiola. “Alaba y Rüdiger estuvieron muy cerca de Haaland, Valverde y Kroos cerraron los espacios para que no le llegasen balones”, analizó el de Santpedor, que personalizó en el charrúa una de las claves a la hora de anular al titán noruego. El de Montevideo realizó un encuentro físico, clave junto a Kroos en la desconexión de la conexión Haaland-De Bruyne, cortocircuitando la principal fuente de ingresos (51 goles este curso del ariete, 27 asistencias del mediapunta) de los skyblues. Aunque también se permitió alguna aparición en el área contraria, como un cañonazo marca de la casa que se marchó alto por poco o sus coberturas a Rodrygo en el flanco diestro para dar libertad de movimientos al brasileño.

En el carril del ‘8′ muestra una versión más llegadora (ahí ha marcado 9 de sus 12 goles de la temporada), pero como centrocampista aporta su incansable ida y vuelta, capacidad para cubrir las espaldas y complementar en defensa y ataque. Es la bisagra perfecta para el equipo blanco. Por algo es, en una demarcación u otra, indiscutible para Ancelotti.

Una bala de gasolina ilimitada

Valverde, comodín para Ancelotti, apoya esa polivalencia en un físico fuera de lo común. A pesar de confesarse “muy, muy cansado” tras ganar la Copa a Osasuna, su actuación contra el City demostró que en 72 horas había tenido tiempo suficiente para llenar el tanque. 90 minutos derrochando pulmones, una práctica habitual en una Champions donde presenta una conjunción numérica que es el mejor espejo de sus aptitudes de box-to-box y extremo.

Y es que, el de Montevideo es el jugador de la plantilla blanca que esta temporada ha recorrido más kilómetros en la máxima competición continental y también el que ha logrado la mayor velocidad punta. Con 104,7 kilómetros acumulados, es undécimo en el cómputo global y líder madridista por delante de Kroos (98). Mientras que en velocidad máxima ha esprintando a 36,3 km/h, superando a Vinicius (35) y colocándose sexto de la Champions (Davies lidera con 37,1 km/h). En Valverde, el Real Madrid tiene a una bala de gasolina ilimitada.

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