CHAMPIONS | BARCELONA 0- BAYERN 3

Un fracaso en toda regla

La noche del doble milagro se convirtió en una pesadilla sin fin. Empezó con un Inter que hizo su trabajo ante el Viktoria y luego el Bayern pisoteó a un Barça, que es equipo de Europa League con todas las de la ley.

Empezar a jugar derrotado no es fácil, de acuerdo, pero achacar todos los males del roto que recibió el Barça ayer a nivel deportivo, social, de imagen y económico a lo que ha pasado en esta liguilla de la fase de grupos de la Champions sería ser muy corto de vista. Lo del Barcelona ayer supone un fracaso total que debe de asumirse como un desastre que hacía un cuarto de siglo que no se producía, pero que las circunstancias actuales hacen mucho más dolorosas que en la 98-99.

Un desastre que no se arregla apelando a los milagros por mucho que se invite al palco del Camp Nou al Pare Manel Gasch, Abat de Montserrat. Esto va de fútbol y el Barça, a día de hoy todavía debe de comer mucha sopa para mirar a la cara a la élite continental.

La tarde podía tomarse como una lenta agonía, como la constatación de la crueldad de esta competición -que es lo que lleva repitiendo Xavi desde hace tiempo- o con cierta ilusión de que esto es fútbol y pasan cosas muy raras. Hay que decir en honor a la afición culé, que la mayoría de parroquianos eran más que escépticos y que el Inter tuvo el detalle de dejar de buen inicio las cosas claras. De haber palmado ante el Plzen, el desastre hubiera sido más doloroso.

El asedio a la portería del Viktoria se capeó mientras el portero Stanek encadenaba una parada tras otra en una media hora que podía elevar a los altares del barcelonismo, del que se cayó en el minuto 32 cuando Mkhitaryan le coló un cabezazo flojito a su derecha.

Ahí se acabó la esperanza, por suerte también la agonía y la ilusión, que viene de iluso. A medida que los minutos se consumían en San Siro, el Barcelona era un equipo de Europa League jugando como cortesía la Champions y teniendo que afrontar la visita de todo un torazo como el Bayern de Múnich.

Los alemanes, por cierto, salieron a jugar al Camp Nou sabiendo que ese resultado del Inter que exiliaba al Barça de la primera división europea ponía en cuestión su liderato del grupo. Por tanto, el resultado de Italia, como debía pensar Xavi con toda la razón del mundo, era doblemente cruel para el Barcelona.

Si el palo al Barça en lo que hace referencia al prestigio domo institución y al proyecto deportivo es muy duro, no lo es menos en la vertiente económica, donde la entidad, endeudada y empeñada, ve como se le esfuma una fuente de ingresos con la que además se daba por descontada al estar presupuestada hasta los cuartos de final.

De entrada, el Barça pierde la opción de ingresar hasta 52,7 millones teniendo en cuenta los premios programados por la UEFA. Los blaugrana dejan de ingresar 9,6 millones por pasar a octavos, 10,6 por pasar a cuartos, 12,5 por una hipotéticas semifinales, 15,5 por llegar a Estambul a los que se sumarían 4,5 por levantar la orejona. Todo eso se ha ido por el sumidero.

Pero lo que es más grave a nivel contable es que en su presupuesto, el Barcelona había dado por seguro llegar como mínimo a cuartos de final. Las pérdidas del Barça ascenderán en este aspecto a unos 20,2 millones de euros, aunque el vicepresidente económico Eduard Romeu, en una reciente rueda de prensa dijo que no sería tanto. También dijo que el Barça iba a estar en octavos porque “iba a ganar los tres últimos partidos de la fase de grupos”.

Esas pérdidas deberán de compensarse con la Europa League, una tarea difícil porque los premios son mucho menores en esta competición. El campeón de la Europa League cobrará como máximo en premios 14,9 millones, que podrían ampliarse con 4,5 millones más si además se ganase la Supercopa de Europa.

Parece una apuesta muy arriesgada para un equipo que se hipotecó avendiendo patrimonio propio (las palancas) por 865 millones y fichando cracks por 160 más. Un dispendio que obliga a verse condenado a jugar la Europa League a falta de dos jornadas para acabar la fase de grupos. Eso es un desastre en toda regla.

Barcelona-Bayern en imágenes

Kessié y Kimmich.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Gnabry y Busquets.

Foto:ALBERT GEAREUTERS

Mané marcó el 0-1 en el minuto 9 de partido.

Foto:PAU BARRENAAFP

Mané marcó el 0-1 en el minuto 9 de partido.

Foto:NACHO DOCEREUTERS

Mané marcó el 0-1 en el minuto 9 de partido.

Foto:Eric AlonsoGetty Images

Mané marcó el 0-1 en el minuto 9 de partido.

Foto:PAU BARRENAAFP

De Jong y Choupo-Moting.

Foto:PAU BARRENAAFP

Mazraoui y Balde.

Foto:ALBERT GEAREUTERS

Koundé, Upamecano y De Ligt.

Foto:ALBERT GEAREUTERS

Musiala y Bellerín.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Nagelsmann.

Foto:NACHO DOCEREUTERS

Alphonso Davies y Dembélé.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Choupo-Moting puso el 0-2 en el marcador.

Foto:NACHO DOCEREUTERS

Choupo-Moting puso el 0-2 en el marcador.

Foto:NACHO DOCEREUTERS

Choupo-Moting puso el 0-2 en el marcador.

Foto:ALBERT GEAREUTERS

Choupo-Moting puso el 0-2 en el marcador.

Foto:Aitor AlcaldeGetty Images

Mazraoui y Balde.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Koundé.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

El árbitro pitó penalti de De Ligt sobre Lewandowski pero, posterioremente, el VAR anuló esta decisión.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

El árbitro pitó penalti de De Ligt sobre Lewandowski pero, posterioremente, el VAR anuló esta decisión.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Xavi Hernández.

Foto:JOAN M. BASCUDIARIO AS

Marcos Alonso y Davies.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Pavard anotó el definitivo 0-3 en el tiempo de descuento.

Foto:ALBERT GEAREUTERS

Pavard anotó el definitivo 0-3 en el tiempo de descuento.

Foto:Rodolfo MolinaDIARIO AS

Pavard anotó el definitivo 0-3 en el tiempo de descuento.

Foto:Aitor AlcaldeGetty Images

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