Tres partidos antes del examen definitivo para Xabi

El Bernabéu sacó las uñas por primera vez en la temporada. No bastó lo que ofrecieron Xabi y los suyos. El Real Madrid mejoró ante el City en cuanto a juego y sensaciones. La actitud de los jugadores fue otra bien distinta, pero el fútbol se termina evaluando por los resultados y la derrota ante el equipo de Guardiola, pese a ese nuevo semblante y unas sensaciones más positivas, dejó tras de sí la reacción contraria de la grada, algo que no gusta entre la clase dirigente madridista.

Lo que decide el futuro de técnico y futbolistas no es otra cosa que las victorias o, como sucede en las últimas semanas en el Real Madrid, aquello de acumular fallos y no sumar de tres en tres, lo que está castigando especialmente a Xabi Alonso. Tal y como ha venido informando As, no ha habido ultimátum, pero sí que es cierto que la cuenta de resultados está cada vez más cerca de los números rojos y es la que termina mandando.

Las derrotas restan crédito y el del entrenador se está agotando. La cuerda siempre se rompe por ese lado y el primero en saberlo es el propio Xabi. La posición de privilegio que el equipo blanco tenía hasta hace un mes ha pasado a mejor vida. No hay otra, pero el margen que se ha dado la zona noble del Bernabéu para el examen, o mejor dicho evaluación, antes de la toma de una decisión, sigue hablando del mes de enero como momento clave.

Nada tiene que ver el clima del palco del pasado domingo ante el Celta al del City, aunque hay un detalle que no ha pasado inadvertido para los que mandan en el Real Madrid y es que el aficionado madridista ya empezó a mostrar distanciamiento con lo que vio durante ciertos momentos de la segunda parte. En esta ocasión metieron en el saco de las protestas a jugadores y entrenador, pero también comprobaron que la plantilla dio la cara por su técnico o al menos corrieron y mostraron gestos de haber dicho adiós a la tensión de semanas atrás.

El mensaje que sigue emitiendo el Real Madrid es el de la paciencia, pero como todo en la vida, el límite existe y la respuesta del Bernabéu ha llamado la atención por aquello de que ya no vale la actitud, que se pide y exige algo más. La incógnita que buscan despejar es si este equipo, técnico y plantilla, puede dar la vuelta a algo que ya es más que preocupante.

Son tres los partidos que restan hasta el final de 2025 (Alavés, Talavera y Sevilla) y el equipo debe parar la sangría de manera inmediata. Después llegarán dos semanas de parón competitivo antes de Betis en Liga y Atlético (Supercopa). Días antes se hablaba del viaje a Arabia Saudí como clave. Ahora se hace referencia a los tres inmediatos partidos como la zona de la decisión.

En cuanto a la actitud de los jugadores y los reproches, no llegan por la noche del City y sí por lo anterior. La respuesta del público contra Vinicius fue evidente, pero en el club sigue habiendo confianza hacia el brasileño, aunque se le pide mejora y acierto. Como sucede con Bellingham, mientras que algunos en el palco daban irónicas palmas con la presencia y rendimiento de Endrick en los diez minutos que estuvo sobre el césped, que se vienen a sumar a los otros diez que acumula en toda la temporada.

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