Thuram aparece a tiempo

Infravalorar a los rivales, en la Champions, suele pasar factura. El Inter rotó en su visita al Young Boys (equipo que solo ha ganado dos veces en diez jornadas de la liga suiza y había encajado ocho goles sin marcar ninguno en las primeras dos fechas europeas) y estuvo a punto de tirar una gran ocasión para acercarse a los octavos. Inzaghi salió de inicio con Arnautovic y Taremi en la delantera, empezando con Bastoni, Thuram, Lautaro, Dimarco y Darmian en el banquillo, pero sus titulares salieron al rescate en el tramo final y construyeron sobre la bocina un 0-1 fundamental.

Antes, los interisti sufrieron bastante ante el conjunto de Magnin, que puso en el césped (sintético, y fue un factor) del Wankdorf intensidad y organización. El primer tramo del encuentro fue todo de los locales, que avisaron a Sommer con un disparo desde lejos de Hadjam. El empuje del Young Boys perdió fuelle a partir del 30′, cuando los italianos se empezaron a ver en el área rival y tuvieron muy cerca el 0-1 con Bisseck, que recibió en el área un taconazo de Taremi y no aprovechó el mano a mano con von Ballmoos.

La dinámica que llevó al descanso continuó en el arranque de la reanudación, que le entregó a los milaneses la mejor oportunidad de la noche. Hadjam agarró en el área a Dumfries (los nerazzurri protestaron, pidiendo su segunda amarilla) y fue un penalti claro que, sin embargo, Arnautovic lanzó sin fuerza, encontrando las manos de von Ballmoos, decisivo también ante Dumfries en el rechace. El error desde los once metros enloqueció todavía más al partido, que vivió emociones en ambas áreas: Monteiro se topó con el poste y, poco después, Dimarco (que sustituyó al lesionado Carlos Augusto) golpeó el exterior de la red.

Inzaghi intentó ahorrar energías con vistas al fundamental encuentro con la Juventus del próximo fin de semana, pero en la última media hora necesitó a sus pesos pesados. Lautaro, Zielinski, Thuram y Bastoni aumentaron la intensidad de los nerazzurri y, a un minuto del pitido final, llegó el premio. En el 93′, tras un taconazo de Lautaro, Dimarco puso en el área chica un centro perfecto que encontró la rodilla de Thuram y terminó colándose en la portería. El francés festejó el octavo gol de su espectacular comienzo de curso y el Inter una victoria vital, que le coloca en el séptimo puesto en la Champions y le permite acercarse a las citas con Arsenal, Leipzig y Leverkusen con más tranquilidad.

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