This is Montilivi

La Champions League llega por primera vez en la historia a Girona, a Montilivi. Un estadio, que se inauguró el 14 de agosto de 1970 y que no hace tanto acogía partidos de Tercera División (2005-2006), escuchará el himno de la máxima competición europea. Cantidad de sentimientos se agolparán en un Girona que se está presentando a Europa descarado, orgulloso y repleto de hambre y sediento de éxito. El 2 de octubre de 2024 será otra fecha que escribir en el libro de historia del club. Los Isidre Sala, Félix Farró, Mingu, Dorca, Geli, Migue, y muchos otros que vivieron partidos del Girona, este miércoles, desde donde estén, verán a su Girona competir en Montilivi en un partido de Champions. El ‘invitado’, el Feyenoord (sigue el partido en directo en As.com).

Pese a que digan demasiadas veces que la primera vez nunca es la mejor, sí que no se olvida jamás. El Girona claro que no es virgen porque ya se curó de espanto en París, donde sufrió el mal de novato cayendo por 1-0 con un gol en los últimos minutos tras el grave error de Gazzaniga, pero hoy se estrena en casa. Y en un partido para reencontrarse porque los de Míchel encadenan cinco partidos sin ganar (cuatro de Liga y uno de Champions). Nada como una alegría europea para espantar todos los fantasmas y plantar la bandera de la ilusión. Y es que, pese a todo, no hay que olvidar que esta Champions es un premio a lo logrado a un curso pasado que sigue muy presente.

Las comparaciones están ‘matando’ a este Girona, pero si algo tiene este club es que no deja de alzar el vuelo. Y a romper barreras. Como se hizo la temporada 2005-06 cuando fueron campeones de Tercera División. O como en solo dos campañas, las siguientes, lograron un doble salto, primero a Segunda B y después a Segunda A (2007-08) para disfrutar del fútbol profesional. Ahora la dimensión es muy diferente, el techo. Tanto que al equipo se le exige no bajar del séptimo puesto en LaLiga y a tratar de tú a tú a los gigantes de España.

Este miércoles regresará al territorio europeo y lo hará contra un Feyenoord que tampoco pasa por su mejor momento. Es sexto en la Eredivise, a 11 puntos del PSV (precisamente el Girona viajará a Eindhoven para jugar el 5 de noviembre). Esta vía neerlandesa es la que quiere explotar Míchel y para ello cuenta con efectivos que la conocen bien. No estará Daley Blind, pero sí Van de Beek y Danjuma. El técnico dará la batuta a futbolistas como Tsygankov, Iván Martín y Bryan Gil. Vieja guardia con aire fresco que debe salir a relucir para cosechar los primeros puntos en la Champions, algo que también sería histórico. En definitiva, este miércoles parece predestinado. Que se junten los astros.

Un estadio adaptado a las exigencias UEFA

Montilivi se ha ‘renovado’. La UEFA no permite utilizar las gradas supletorias y de ahí que el aforo del estadio para los partidos de Champions se haya visto resentido. Ha tocado hacer un puzzle y es que, según las indicaciones de la UEFA, en Montilivi solo se podrán congregar 9.721 personas. Eso sí, no todos los socios podrán tener su entrada asegurada para vivir los duelos de Champions. De las 9.721, 6.000 se distribuirán entre los socios, 1.300 son para UEFA, 1.500 para compromisos del club, 700 para el equipo visitante y 221 para medios de comunicación. De las 6.000 entradas disponibles para socios, la entidad gerundense da prioridad a los 1.000 más antiguos (los que ya lo eran cuando el Girona empezó a competir en Segunda A en 2008) y que podrán tener entradas para ver en directo los cuatro partidos de la fase liga de la Champions League que se jugarán en Montilivi. Las 5.000 entradas que quedarán disponibles se sortearán para cada partido de esta fase entre el resto de los socios, que a día de hoy son 15.390.

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