Taremi y Diogo Costa clasifican al Oporto

El Oporto es equipo de octavos de final de la Champions. Tras el empate entre Atlético Madrid y Leverkusen, el equipo portugués ha certificado su pase a la siguiente ronda después de golear al Brujas (0-4), frente al que además recupera el goal average y con el que luchará en la última jornada por la primera plaza. El equipo portugués hizo los deberes en el Jan Breydel Stadium gracias a un gran Taremi, que anotó un doblete, y a otra excelente actuación de su portero Diogo Costa, que se postula para estar nominado al premio Yashin la temporada que viene.

El Oporto, que se jugaba más, salió más enchufado. Con más empuje que juego, empezó a acumular ocasiones, pero ni Eustaquio, Taremi, Evanilson ni Galeno estuvieron acertados de cara a puerta. En algún caso, sus fallos fueron imperdonables. Desperdiciar ocasiones tan claras, de uno contra uno, cuando en frente hay un equipo que en esta Champions se ha especializado en hacer gol con un solo vistazo de refilón a la portería rival parecía arriesgar demasiado. Aun así, los de Conceiçao insistieron una y otra vez, con más furia que talento, hasta que a la media hora, Otavio aprovechó un regalo para dejar solo a Taremi, que batió a Mignolet a un toque y anotó el primer gol que encajaba el Brujas en esta Champions.

No hubo mucho más que contar hasta la segunda parte. Resulta curioso que en un partido de brujas y dragones, la fantasía la pusiera el portero Diogo Costa. Sin saber muy bien cómo, el equipo belga tuvo el empate en sus manos, pero el meta del Oporto se lo quitó de entre los dedos. Carmo se olvidó de que existía el VAR y le dejó un recado a Mechele en un córner, sin balón por medio, que el árbitro Michael Oliver no vio pero sí Chris Kavanagh desde la sala VOR. Costa detuvo el penalti a Vanaken, pero el árbitro ordenó que se repitiera el lanzamiento por invasión del área de un jugador del Oporto. Lang lo lanzó en segunda instancia y el portero volvió a despejar el balón. Sin contar el penalti repetido, Costa ha parado los tres que le han lanzado en esta Champions. Y a eso hay que sumarle una asistencia que dio ante el Leverkusen. Sin duda, si el Oporto ha llegado a la última jornada dependiendo de sí mismo, es gracias a su portero, que está haciendo una Champions histórica.

El doble penalti fallado acabó con la moral del Brujas, que diez minutos después del error perdía 0-4. Evanilson anotó el segundo tanto del Oporto tras un cúmulo de rebotes en el área, Eustaquio, a portería vacía, hizo el tercero, y Taremi, asistido en el área de nuevo por Otavio, marcó el cuarto, un tanto que sirve al equipo de Conceiçao para igualar el goal average particular con el Brujas cuando todavía queda una jornada por disputarse.