Pitos al himno de la Champions

Hubo poco del Balón de Oro, pero fue intenso. De hecho, las palabras “Balón de Oro” se evitaban por todo el Santiago Bernabéu. La ‘ley del silencio’ que imperó el club, ha calado. Esa gala no ha existido, no se habla de ella, no merece la pena. Sobre todo, esto último. Ese es el sentir y lo que llevó a la única protesta de la noche, pero estruendosa: cuando sonó el himno de la Champions, la pitada en el estudio fue como pocas. Monumental. Respecto al himno, nunca se había vivido algo de esta magnitud.

Es la forma que ha tenido el madridismo de expresar su enfado por lo que sucedió en la gala del pasado 8 de octubre, historia del fútbol. Cuando mientras la vox populi apuntaba a que el ganador del Balón de Oro sería Vinicius... el premio cayó para Rodrigo. Una sorpresa mundial que indignó en Chamartín, hasta el punto de dar plantón a la ceremonia. “Es obvio que Balón de Oro y UEFA no respetan al Real Madrid. Y el Real Madrid no está donde no se le respeta”, se transmitió desde dentro. Y el avión no despegó.

Junto a Vinicius

Ese enfado se ha extendido por la afición, que ha recibido a Vinicius con una enorme ovación. Tanto al salir a calentar, como al sonar su nombre en el videomarcador. Pero, sobre todo, al marcar el gol del empate: se pidió el penalti, hizo un papenka y provocó la euforia de los más de 80.000 presentes. El estadio está con él, lo tiene claro. Y contra la UEFA. A quien reprocha lo que sucedió el pasado lunes, pese a que los encargados del galardón fuese un jurado externo. Su forma de hacerlo público ha sido una pitada al himno como nunca se había visto. Algo mayúsculo. Sintomático.