¡Otro milagro de Xabi Alonso!

El Leverkusen hizo todo para derribar el muro de la Champions y lo logró en el último suspiro, como tantas veces con Xabi Alonso en el banquillo. La espléndida defensa de Simone Inzaghi y del Inter se mantuvo en pie como en todo el torneo hasta la última acción, un córner en el que la pelota quedó suelta a Mukiele.

El equipo de Xabi mereció ganar mucho antes, pero no logró marcar. Pudo ponerse por delante muy pronto, de hecho, cuando Tella se topó con el larguero tras un pase desde la derecha de Frimpong. Wirtz, la lámpara entre la tiniebla defensiva del Inter, fue una vez más el mayor peligro del equipo de la aspirina.

Del Inter no hubo noticias en ataque, principalmente porque Lautaro, como en casi toda la Champions, fue suplente. El ejercicio defensivo, en cualquier caso, fue encomiable. Aún así, Frimpong estuvo cerca de romper la muralla tras otra genialidad de Wirtz, pero la pelota se fue lamiendo el poste.

Con la suficiencia de saberse la mejor defensa de Europa, el Inter fue minimizando la confianza de un Leverkusen dominador, pero impotente. El golpe de efecto llegó en la última acción, sin embargo.

Un córner botado por Grimaldo quedó en el corazón del área para sorpresa de todos menos de Mukiele, que lo introdujo en la portería y disparó al Leverkusen hacia el Top-8. Un milagro más, uno con premio mayúsculo, de Xabi Alonso en Leverkusen.

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